La extraña avería de la pila de Alonso Meléndez en el corazón de La Moneda

Ni las costosas reparaciones, ni los serios estudios licitados, ni la mirada de expertos han logrado impedir que el agua de la pila de Alonso Meléndez filtre sus aguas a los pastelones de piedra del Patio de los Naranjos.

Tras una serie de intentos, una nueva empresa busca conseguir lo que ha sido imposible hasta ahora: volver a dar el agua de la hermosa fuente construida durante la Colonia por el capitán Alonso Meléndez, un especialista en la fundición de cañones.

Su emplazamiento original fue la Plaza de Armas; luego, en 1840, se la trasladó a la Alameda con Cumming; entre 1872 y 1875 estuvo en la terraza del cerro Santa Lucía; una década después se instaló frente a la Iglesia Recoleta Franciscana; en 1930 fue instalada en el Patio de los Cañones de La Moneda, y a principios de los años 80 llegó a su actual ubicación, en el Patio de los Naranjos.

Su agua brotaba día y noche, los 365 días del año, hasta a mediados de 2016, cuando en pleno gobierno de Michelle Bachelet la pileta Meléndez comenzó a filtrar agua desde su base.

Considerando su valor histórico, el gobierno anterior licitó un estudio para evaluar su estado de conservación y definir criterios para su restauración.

Especialistas de la U. Chile usaron la tecnología del escáner láser 3D para revisar y medir el nivel de deterioro. El informe tuvo un costo de $ 6.572.250.

En noviembre de 2017 comenzó el proyecto de restauración por $ 28,3 millones. Pero, tras varios meses de trabajo, el agua volvió a filtrarse. En enero de 2018 vino otra empresa que trabajó ese verano, pero los problemas continuaron. El gobierno del Presidente Piñera se encontró con una pileta sin agua y con un trabajo que no había logrado su objetivo, por ello, se decidió suspender el pago pactado. La empresa Occitania Patrimonio demandó al Estado por $ 5.674.200, en 2018. La causa hoy está paralizada en el 26° Juzgado Civil de Santiago. En agosto de ese año, hombres vestidos de blanco impermeabilizaron el interior de la pileta con una resina especial. Tampoco resultó.

Hoy se busca un nuevo intento, la pileta está rodeada de un policarbonato que busca dar cierta privacidad a los trabajos. De no resultar, ya se podría hablar de la "maldición" de la pileta de La Moneda.