La opción de Josefina
A los 31 años, la edad decisiva en que muchas mujeres ven afectada su carrera laboral por tener hijos, la abogada Josefina Montenegro decidió enfocarse en su trabajo y descartar la maternidad. Hoy, a los 41, cree que si no hubiera sido así, su carrera no sería la misma.
Sin importar en qué lugar del mundo esté, la abogada Josefina Montenegro se levanta temprano a trotar. Tiene programadas tres listas de reproducción con música para correr cinco, siete o 10 km, dependiendo de cuánto tiempo tenga. La ducha hay que ganársela, le dijeron alguna vez cuando chica. Y esa frase se quedó con ella como un lema. "Empecé a correr mientras trabajaba en Nueva York. Ahí conocí a varias personas que me inspiraron, entre ellas una abogada que se levantaba a nadar todos los días. Yo la veía radiante y distinta a todas las demás del estudio, así que empecé a correr por la ciudad", recuerda.
Lo cierto es que la exsuperintendenta de Insolvencia y Reemprendimiento no para. Se viene bajando de un vuelo Madrid-Santiago y está impecable. Tiene el pelo largo, perfectamente liso y trae puesto un vestido y zapatos floreados, además de una agenda llena de compromisos en los importantes directorios que dirige. Josefina asumió en 2017 como presidenta de la Caja de Compensación de Asignación Familiar La Araucana, que antes había atravesado una crisis financiera y en menos de un año empezó a generar utilidades.
Además, es directora de Sky Airline; directora de la Asociación de Cajas de Chile; presidenta de la Empresa Portuaria Puerto Montt (Empormontt) y consejera de la Cámara de Comercio de Santiago. Tiene 41 años, está a punto de cumplir 42 y dice que aunque para ella la edad no es tema, le da miedo envejecer: "Es que las oportunidades en nuestro país, con la edad, van disminuyendo".
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha tenido que enfrentar laboralmente por ser mujer?
No sé si los desafíos que me hubiera propuesto siendo hombre hubieran sido distintos a los que me propuse siendo mujer. No podría decir que he notado una diferencia y, si ha sido así, no me he dado cuenta.
¿Pero ve que sus pares sí enfrentan dificultades por ser mujeres?
Sin duda. Pero en mi caso he sido afortunada.
Tiene fama de "mujer fuerte". ¿A qué cree que se debe eso?
Creo que es porque soy muy enfocada en lo que quiero y no me pierdo en el camino. Ese foco que tengo y he tenido siempre probablemente ha alimentado esa fama de mujer con carácter.
¿Le ha traído costos?
La verdad es que este foco me ha ayudado mucho a conseguir mis objetivos, tanto personales como profesionales. Pienso en el deporte, por ejemplo, que forja el carácter y me ayuda con esto, pero también con la perseverancia y la constancia. Probablemente, sin foco no me levantaría a correr en la mañana, no estaría tan lúcida para desarrollarme profesionalmente durante el día y no me sentiría bien físicamente para gozar con mi pareja. Todo va muy relacionado.
¿Cómo cree que la ven las demás mujeres?
Desde el punto de vista profesional, como una mujer trabajadora y que sabe lo que quiere. Desde el punto de vista personal, probablemente me ven como una mujer reservada. En lo profesional soy muy directa, pero en mi vida personal mantengo reserva.
¿Cree que su éxito laboral se debe a no haber querido tener hijos?
No, pero sí creo que hubiera sido distinto si hubiera tenido. Probablemente, el foco tan definido que tengo hubiera sido compartido entre mi trabajo y mis hijos, entonces me hubiese demorado más en conseguir mis objetivos. Lo que he logrado en poco tiempo es porque el foco lo tengo puesto en el trabajo.
¿No haber querido hijos fue una forma de privilegiar su carrera profesional?
A esa edad sí. Fue una decisión consciente.
¿Cree que para los hombres es distinto? ¿Cómo ve el tema de la corresponsabilidad del cuidado de los hijos?
Históricamente, ha sido distinto, ellos no han compartido las labores domésticas y de maternidad. Pero las sociedades están avanzando. Cuando trabajaba en Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton Abogados, en Nueva York, tenía dos compañeros de trabajo que eran pareja y tenían hijos. Para ellos en la oficina había un solo escritorio y se dividían el tiempo. Él cuidaba a los hijos en la casa durante los seis meses de invierno, mientras ella trabajaba, y en los seis meses de verano se invertían, ella volvía a la casa y él a la oficina. Funcionaba perfecto. Creo que no debería haber distinción alguna en cuanto a las labores domésticas y la maternidad.
¿Fue alguna vez una opción quedarse en la casa?
Nunca.
¿Qué modelo de roles femeninos tuvo?
Primero, mi mamá. Somos súper parecidas, ella trabajó como periodista y es mi referente en todos los niveles. Personal y laboral. Segundo, mi madrina. Una mujer muy única, tiene 99 años y subió su último cerro hace poco.
¿Se considera feminista?
No he participado en el movimiento feminista a nivel de marchas, entonces no creo que sea una activista, pero creo en la reivindicación de derechos de la mujer. Comparto lo que plantea el movimiento. Tengo muy claro que hay una brecha que es urgente resolver y trabajo a diario para solucionar eso. Uno puede aportar a las ideas del feminismo desde su lugar, que en mi caso es desde mi trabajo. Me gusta que las mujeres tengamos el espacio laboral que merecemos. Por ejemplo, cuando estuve en la superintendencia, trabajamos principalmente con mujeres y esa fue una prioridad para mí. Tengo mucha experiencia trabajando con mujeres y me rodeo laboralmente de mujeres. Veo un valor en eso.
¿Qué quería ser cuando niña?
Quería ser tenista profesional, pero me di cuenta de que era muy competitiva y que podía pasarlo mal, así que a los 12 años abandoné esa idea y pensé en ser doctora o abogada. Como soy muy target oriented, me parecía que Medicina era una carrera universitaria demasiado larga, así que elegí ser abogada. Empecé a trabajar como procuradora a los 20 años en un estudio de abogados y me sentí cómoda altiro. Me encantó ponerme a hacer cosas. Soy una hacedora.
¿Imaginó que este sería su futuro?
Sí, porque soy súper planificada. Y trabajo duramente en conseguir lo que me propongo. Creo que a nivel laboral, todo lo que me he propuesto lo he conseguido. También han surgido posibilidades en el camino que he tomado con riesgo. Pero ha sido positivo.
Muchas mujeres recuperan su participación laboral pasados los 50 años. ¿Dónde espera estar en 10 años más?
En los directorios donde participo hoy y ojalá en otros más. Quiero seguir desarrollando y fortaleciendo mi carrera como directora de empresas. La presencia de mujeres en los directorios, en general, es muy baja. Hay casos, como en la Caja La Araucana y Empormontt donde las mujeres somos mayoría, pero lamentablemente no es así en todos lados.
¿Qué consejo le daría hoy a una niña de 12 años, que fue la edad en la que decidió ser abogada?
Que no hay mejor amiga que la perseverancia y la constancia. Eso y el trabajo duro te llevan a donde quieras llegar.
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