Almudena Grandes: “Cuando abran los restaurantes, tengo ganas de hamburguesas y de comida china”

Criptonomicón, una larga e inclasificable novela sobre hackers (también sobre la II Guerra Mundial, el código Enigma, la historia de las Islas Filipinas y bastantes cosas más), publicada por Neal Stephenson en 2000. Nunca había leído nada parecido, pero me conviene para un proyecto muy raro que tengo entre manos.

Durante el confinamiento he visto muchas series, pero destacaría las tres temporadas de Babylon Berlin, una serie alemana espléndida sobre el Berlín de la República de Weimar, un tema que me ha fascinado siempre.

A los escritores mayores y absolutamente consagrados que siguen siendo capaces de arriesgar y jugarse la vida en cada libro. John Coetzee, por ejemplo.

Mi profesión me obliga a viajar tanto que ya me cuesta concebir los viajes como un placer.

Estoy harta de comer comida sana, casera y que hago yo, y desde el 14 de marzo no como otra cosa. Cuando abran los restaurantes, tengo ganas de hamburguesas y de comida china.

La siesta. Sobre todo en verano.

Me gusta el vino, sobre todo el tinto de la Ribera del Duero. Espero a que llegue el verano para cultivar mi otra gran pasión, el vino oloroso del Marco de Jerez.

Sandalias, porque mientras estaba encerrada en casa, ha llegado el calor a traición.

En la literatura, en que todos los seres humanos somos iguales, en la lucha de las mujeres, en la de los explotados, en la de los marginados. Y creo en el Cholo Simeone.

Me gusta mucho cocinar. También salir a caminar por Madrid sin rumbo fijo. Y nadar hasta la boya todos los días, cuando estoy en la playa.