Hasta en diez veces aumentó la proliferación de imágenes sexuales de menores durante la pandemia

Desde que comenzó la pandemia, diversos organismos públicos y privados comenzaron a manifestar su preocupación por la proliferación de imágenes sexuales infantiles en la red.

El hecho ya lo advirtió en Chile la la Policía de Investigaciones (PDI) durante los primeros meses de las cuarentenas instauradas por el auge del COVID-19.

A mediados de 2020, la PDI constató un aumento en las descargas de pornografía infantil y la presencia de delincuentes virtuales que actuaban como depredadores de los menores de edad que se volcaron con aún más fuerza a redes sociales.

Ahora un nuevo reporte de la Internet Watch Foundation (IWF), una organización británica que busca rastrear y eliminar el material de abuso sexual infantil en la red, indicó que las fotografías y videos sexuales de menores se multiplicaron más de diez veces desde que comenzaron los cierres por cuarentenas, algo que comenzó a regir en gran parte del mundo durante el segundo trimestre de 2020.

En ese sentido, desde la organización destacaron que el tiempo de encierro y el mayor tiempo en la red por parte de los menores de edad fue aprovechado por depredadores sexuales. En esa línea, explicaron que durante 2022 la IWF logró detectar más de 63 mil sitios web con material pornográfico infantil, mientras que antes de la pandemia ese número no superaba las 5 mil páginas web.

“Durante la pandemia, Internet fue un salvavidas, pero recién ahora estamos descubriendo todos los efectos”, explicó Susie Hargreaves, directora ejecutiva de IWF, a la BBC. “Lo que está claro para nosotros es que los depredadores están empujando a los niños más pequeños a situaciones abusivas, a menudo mientras están en sus propios dormitorios”. agregó.

Un elemento importante lo representa el aumento en el contenido generado por los propios menores, quienes son coaccionados por adultos para generar las imágenes sexuales de contenido gráfico.

De acuerdo a la IWF, ese tipo de acción representa dos tercios de las imágenes que han logrado detectar, estimando que habitualmente involucra a niños de siete a 10 años.

También notaron que los videos podían ser grabados o inclusive representar streamings en vivo. En esos casos, los depredadores se aprovechaban de que otros adultos no lograban supervisar al menor y registran el material para compartir o venderlas en sus redes.

Lo otro relevante es que, aunque la organización habitualmente no logra determinar la ubicación de los niños vulnerados, en ocasiones logra pasar los casos a las autoridades, ya que logran notar identificadores como un uniforme escolar de un colegio en específico.

En ese entorno, el llamado es a que los padres tomen medidas para resguardar a sus hijos de los agresores.