Izkia Siches: Un problema de salud pública
En medio del ambiente de empoderamiento femenino, la abogada Paula Vial puso la idea en Twitter: que algún medio dedicara toda su edición sólo a columnas de mujeres. En Tendencias lo hicimos y 43 mujeres escribieron para esta edición especial.
La "Ola Feminista" irrumpe en el país como una movilización profundamente necesaria, precedida por siglos de luchas de mujeres que la hacen posible. Es parte de un cuestionamiento a una cultura machista que afecta todos los ámbitos de nuestras vidas. Agradezco y celebro la valentía de las estudiantes por relevar este tema con tanto ímpetu. Tanto para nuestro gremio como para el país, estas movilizaciones son una gran oportunidad para tomar conciencia sobre las desigualdades y violencia de género, generando mecanismos concretos para superarlas.
Desde nuestro rol como profesionales de la salud, debemos entender que la violencia de género también es un problema de salud pública, ya que influye en el desarrollo de enfermedades y la mortalidad de la población. Así, restringe la posibilidad que tienen las personas de desarrollar su vida de manera saludable. Esto se manifiesta de varias formas, como los problemas de salud mental que sufren las víctimas de violación o, como caso más evidente, en los femicidios, que sumaron 44 consumados y 115 frustrados en el 2017.
También, el género es determinante en cómo se abordan los derechos sexuales y reproductivos. La reciente aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo es un avance que resguarda el derecho de las mujeres a decidir en situaciones complejas y dolorosas. Sin embargo, hemos visto como múltiples barreras amenazan la correcta implementación de la norma.
El género como determinante de la salud y de la práctica médica nos motivó a constituir este año en el Colegio Médico la Comisión de Género y Salud, para incluir esta perspectiva de forma transversal. Lamentablemente, en las instituciones de salud las trabajadoras también son víctimas de prácticas que van desde humor sexista y humillaciones, hasta acoso. Por eso, la Comisión desarrolló la campaña #EnSaludTambién, que visibiliza la discriminación de género en el entorno laboral. En esta línea, en los próximos meses se impartirá un curso de género y salud para aportar a la formación de profesionales y estudiantes.
Las movilizaciones feministas interpelan a nuestro gremio y nos llaman a hacernos cargo de la violencia de género con soluciones estructurales. Un primer paso es cuestionar nuestra práctica médica y avanzar hacia una atención no sexista. También debemos asegurar que los recintos de salud sean espacios libres de violencia de género, tanto hacia profesionales como a pacientes.
* Presidenta del Colegio Médico de Chile
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