La fuerza de las universitarias
Hoy las mujeres son mayoría en las universidades, lo que explica que la protesta surgiera en ese espacio.
Hoy en Chile, las mujeres son mayoría en las universidades. Según cifras del Consejo Nacional de Educación (CNED) de 2017, entre 2010 y 2016 se matricularon
13.363 mujeres más que hombres (9,8% adicional).
Hoy representan el 52,3% del total de estudiantes inscritos en ese período.
No es extraño entonces, dice Teresa Valdés, socióloga y coordinadora del Observatorio Género y Equidad, que el movimiento feminista haya tenido como punto de inicio las universidades.
"El que sean estudiantes les da un ámbito de libertad que antes no era posible porque no había tantas mujeres en la universidades. Hoy se dan las condiciones para que estalle con la fuerza y creatividad que muestra, y se da en todas las universidades, lo que refleja que representa una demanda transversal", sostiene Valdés.
Este movimiento incluso se replica en estudiantes de secundaria. Carolina Carrera, psicóloga de Corporación Humanas, señala que "la toma del Instituto Nacional por las alumnas del Liceo Carmela Carvajal es una reacción a esta actitud profundamente machista que se refleja en la broma o en el chiste presente hoy en la sociedad".
Que tenga como centro las alumnas, y que no esté anclado en la academia, dice María José Cumplido, historiadora de la Biblioteca Nacional, le entrega además la característica de que ya no se habla de grandes teorías, sino de lo cotidiano y lo privado, " y cómo les afecta todos los días y en distintos espacios esa violencia".
De alguna forma, este movimiento feminista aprendió mucho del movimiento estudiantil del 2011, agrega Cumplido. "Que las cosas ya no pueden esperar y que hay que salir a la calle y tomarse ese espacio público, para poner los temas y para que esto se discuta y se transforme en cosas concretas como leyes, en proyectos de ley, etcétera".
El efecto que esto tendrá es muy pronto para saberlo, indica la historiadora, "pero lo interesante es que es el movimiento feminista más grande de la historia de Chile y el más transversal, porque se ven desde estudiantes de la Universidad Católica, pero también grupos feministas de colegios públicos en regiones, o se está hablando del feminismo en sindicatos de mujeres obreras".
Cómo se plasmen las peticiones sociales en cambios concretos, aún no se sabe. Sin embargo, algo es claro: el cuestionamiento al machismo ya está instalado. Una práctica cultural que se enseña por siglos a hombres y mujeres, indica Cumplido. "Todos tenemos rasgos de esa cultura patriarcal".
Por eso, dice, es relevante el feminismo, "que es un ejercicio de empatía, de entender que esas desigualdades que vivimos no son naturales sino que están construidas desde la sociedad y, por lo tanto, se pueden derribar".
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