María Paz Díaz: Yo puedo

En medio del ambiente de empoderamiento femenino, la abogada Paula Vial puso la idea en Twitter: que algún medio dedicara toda su edición sólo a columnas de mujeres. En Tendencias lo hicimos y 43 mujeres escribieron para esta edición especial.


Nací en Constitución, donde me empapé del empoderamiento femenino, sin siquiera entender que eso sería lo que me daría fuerzas para superar una de las pruebas más difíciles que el destino tenía preparado. Mi madre, a los 21 años, ya tenía tres hijas (yo la menor). Ese hecho podía y puede resultar cuestionable para la época, pero eso fue lo que le dio ímpetu para formarnos como mujeres fuertes e independientes que no aceptarían un no como respuesta cuando de eso dependiese nuestra felicidad.

Al cumplir 18 años, nuestras vidas (y digo nuestras, porque en los buenos y malos momentos hemos sido un núcleo) cambiaron rotundamente. Un hombre, sin razón alguna, disparó su arma al auto donde yo iba. La bala me impactó y supe que no volvería a caminar. Ese era mi fin, pensé. Luego de que se confirmara lo que ya sabía y de pasar por una montaña rusa de emociones y cuestionamientos, un día mi mamá me encontró llorando. Me abrazó y me dijo: "No sacamos nada con llorar, debemos salir adelante". Esa frase dio muchas vueltas en mi cabeza y entendí que toda mi formación como persona, como mujer, debía ser puesta a prueba y que ése no era el fin, sino el inicio de mi historia, de mi lucha. Al poco tiempo me vine a vivir sola a Santiago, me convertí en tenista paralímpica y he representado a Chile en más de 20 países. Hace poco descubrí otra faceta que llenaba mi vida: el modelaje. He realizado campañas publicitarias y gané dos títulos en el Miss Mundo en silla de ruedas. Me di cuenta de que tenía una historia que contar, que podía inspirar a otros y ahora dicto charlas motivacionales a hombres y mujeres.

Ahora me doy cuenta de que todo cobra sentido, las mujeres de mi vida me han empapado de ganas de más, y siento que eso tiene absolutamente que ver con lo que está pasando en las calles. Hoy las mujeres, las personas, queremos más. Quiero más para el mundo de la discapacidad, quiero más respeto e inclusión. El mejor legado que me dejó ese empoderamiento femenino con el cual crecí es que no debemos quedarnos sólo en el "yo quiero" sino que en el "yo puedo".

* Tenista paralímpica

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