Nueve preguntas clave para filtrar si una noticia es tal o se trata de un infame fake news
El experto estadounidense Donald A. Barclay publicó en julio pasado un libro en donde plantea nueve interrogantes útiles para que el consumidor de información pueda discriminar entre una noticia real y un contenido falso.
¿Ha recibido alguna vez algún mensaje por Whatsapp en donde una voz cita a su "amigo" cercano a algún círculo de poder y que vaticina, por ejemplo, que las estaciones de servicio se quedarán sin gasolina tal día? ¿O se ha tentado de compartir en Facebook lo que parece una "noticia increíble" que "jamás verás" en los medios de comunicación tradicionales? Pues bien, lo más probable es que aquello se trata sencillamente de un vomitable fake news... pero ¿Cómo detectarlos?
Donald A. Barclay es considerado como uno de los grandes expertos estadounidenses en el campo de la información digital y la valoración de dicha información. Y en junio de este año lanzó su último libro, "Fake News, Propaganda and Plain Old Lies: How to Find Trustworthy Information in the Digital Age" (Noticias falsas, propaganda y viejas mentiras: Cómo encontrar información de confianza en la era digital).
Y en el texto (puedes ver una muestra aquí), plantea nueve preguntas que deben realizar los consumidores para filtrar si una noticia es tal o bien se trata de algún aborrecible fake news.
1.- ¿Quién elaboró el contenido?
¿Es un autor anónimo o la autoría se atribuye a alguien que no la hizo? Si la respuesta a ambas preguntas es sí, entonces -dice experto- la credibilidad de la noticia hay que ponerla seriamente en duda.
¿Existe alguna información biográfica sobre el autor de la noticia y su formación? ¿Existen artículos suyos publicados en otros periódicos, revistas o diarios digitales que no estén bajo el control del autor? ¿Conoce el autor el tema del que escribe? ¿Existe algún conflicto de interés? Estas preguntas sirven para que el lector realice un primer filtro.
2.- ¿Quién publicó la información?
Además de plantearse quién es el autor, también hay que hacerlo quién es el editor del medio en cuestión, y el director. Luego, preguntarse ¿Tienen credibilidad y buena reputación? ¿Qué intereses tienen? Toda persona, negocio o empresa de comunicación -afirma el autor- está siempre sometida a múltiples conflictos de interés. Evitarlos es imposible. Lo importante es comprender lo que está en juego y si ese conflicto de intereses pudiera influenciar la credibilidad de la información.
3.- ¿Qué se dice después del titular?
¿Coincide el contenido, o no, con lo que dice el titular? Hay que leerlo. En ocasiones se publica una "noticia" con un titular engañoso que no responde con el contenido. El autor ejemplifica: "Un romance entre adolescentes deja seis muertos" podría abrir cualquier informativo sobre una juerga de jóvenes que derivó en violencia.
4.- ¿Qué fuentes cita?
La información creíble identifica con claridad sus fuentes (incluso si son anónimas) ¿Qué fuentes se citan en el artículo? ¿Son citas de fuentes específicas y precisas? ¿Son fuentes relevantes y creíbles? Una búsqueda rápida en Google puede responder a estas preguntas vitales.
5.- ¿Cuántos años tiene la información?
Cualquier contenido noticioso debe tener una indicación de cuándo fue publicada. La falta de fecha puede indicar que el autor está tratando de pasar una noticia vieja por algo nuevo. El autor pone un ejemplo extremo: mientras que el titular "Fuerzas musulmanas capturan un barco de guerra estadounidense" con el subtítulo "Toman como rehenes a toda la tripulación" son en apariencia creíbles, se pierde todo el valor cuando se conoce que la noticia se refiere a la captura del USS Philadelphia en octubre de 1803...
6.- ¿Qué piensan los demás sobre la noticia?
Buscar una segunda opinión es un recurso poderoso para evaluar la credibilidad de la información. Ya sea consultando a alguien que conozca el tema de la información y que sea un experto o buscando otras publicaciones sobre la materia.
7.- ¿La información procede de una fuente primaria o secundaria?
Tanto la fuente primaria como la secundaria pueden ser creíbles o no creíbles. Pero ayuda determinar si una fuente es una cosa o la otra para evaluarla y hacer uso de ella o no.
8.- ¿Es una broma la información?
La sátira puede ser tan sutil que los lectores pueden darla por una noticia buena. En este caso el consejo es ir a la publicación en cuestión y clickear sobre "Aviso legal", donde se advierte que es de humor.
9.- ¿La información es diferente de cualquier cosa que se haya visto antes?
Cualquier noticia que sea increíble, maravillosa, nunca visto antes hay que ponerla en tela de juicio. Lo primero de todo, hay que plantearse si solo lo ha publicado ese medio o si lo han hecho otros también. Si es una gran exclusiva, lo lógico es que el resto de los medios se hagan eco de ella. Si no es así, hay que poner la información en cuarentena.
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