Por qué Biden retiró a Cuba de la lista de EE.UU. de países patrocinadores del terrorismo

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó el retiro de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.

La medida fue anunciada este martes 14 de enero por funcionarios de Washington y se posicionó a solo unos días de que el mandatario electo, Donald Trump, regrese a la Casa Blanca.

Según reportes de medios estadounidenses, la decisión de la administración Biden fue parte de un acuerdo por el que se esperaba la liberación de manifestantes encarcelados durante las protestas de julio de 2021.

El mismo día en que se informó la medida, el Ministerio de Exteriores de Cuba anunció la liberación de 553 reclusos, que habían sido encarcelados por distintos delitos que no fueron especificados.

Desde la cartera cubana afirmaron que su medida corresponde a una “práctica común” relacionada con “las estrechas y fluidas relaciones con el Estado Vaticano”.

Sin embargo, analistas consultados por la BBC sugirieron que parecía haber una relación directa entre esa decisión y la que tomó la administración Biden.

Previamente, en 2015, el entonces presidente Barack Obama ya había retirado a Cuba del listado.

No obstante, Trump lo volvió a incluir a solo unos días de que terminara su primer mandato.

Se tiene previsto que el líder republicano asuma su segundo periodo presidencial el próximo 20 de enero.

Desde el gobierno estadounidense saliente argumentaron en un comunicado que Cuba “no ha aportado apoyo alguno al terrorismo internacional en los 6 meses precedentes”.

También dijeron que el país presidido por Miguel Díaz-Canel “ha dado garantías de que no apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro”.

El mandatario cubano manifestó que la medida de la administración Biden sigue “la dirección correcta”, aunque con un “alcance limitado”.

En su primer periodo en el poder, Trump incluyó a Cuba en la lista bajo argumentos como la negativa de las autoridades cubanas a extraditar a miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia.

Junto con ello, hizo referencia a su alianza con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y su supuesto asilo a fugitivos estadounidenses.

Entre 1982 y 2015, Cuba estuvo en la lista por presuntamente permitir la llegada de miembros de grupos considerados terroristas, tales como las FARC de Colombia o ETA de España.

Actualmente, con la retirada de Cuba, el listado quedó conformado por Corea del Norte, Irán y Siria.

Estados Unidos le prohíbe a los países que son parte de la lista efectuar actos como exportar o vender armas y ciertos elementos que podrían mejorar sus capacidades militares.

También les restringe la asistencia económica e impide que puedan acceder a préstamos del Fondo Monetario Internacional u otras instituciones de carácter global.

Cuba, en particular, ya contaba con sanciones más amplias que se han mantenido y que han profundizado la crisis que vive el país, hasta el punto en que enfrentan escasez de elementos esenciales como alimentos y medicinas.

Un alto funcionario del gobierno estadounidense aseguró que la medida es parte de un acuerdo más amplio entre ambos países, según rescata la agencia internacional de noticias, AFP.

Afirmó que esas conversaciones se estarían coordinando “con una serie de actores, incluida la Iglesia católica”.

De la misma manera, dijo que el pacto incluiría la liberación de una cantidad “significativa” de presos políticos.

Entre ellos estarían activistas defensores de los Derechos Humanos y manifestantes que fueron arrestados en las protestas de julio de 2021.

Precisó que la liberación se daría “en un plazo relativamente corto” y que algunos saldrían de prisión antes de que Trump asuma el poder.

Según rescata la BBC, se espera que la retirada de Cuba de la lista de Estados Unidos de países patrocinadores del terrorismo contribuya a que se levanten ciertas sanciones y se facilite su acceso a mercados, inversiones y financiación global.

Asimismo, se tiene previsto que la administración Trump trate de revertir la medida que tomó el gobierno saliente.

Cabe recordar que el mandatario electo designó como secretario de Estado a Marco Rubio, quien es hijo de emigrantes cubanos y defiende las políticas más estrictas hacia la isla.

Trump también nombró enviado especial para América Latina a Mauricio Claver-Carone, ex asesor del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca que es partidario de las sanciones a Cuba.