Stephen Hawking
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Stephen Hawking y sus creencias: "No hay ningún Dios"

"La religión cree en los milagros, pero éstos no son compatibles con la ciencia", señaló el astro-físico en una entrevista a el matitutino El Mundo en 2015.


"Creo que la explicación más sencilla es que no hay Dios. Nadie creó el universo y nadie dirige nuestro destino. Esto me lleva a la profunda conciencia que probablemente no hay cielo ni vida después de la muerte. Tenemos esta vida para apreciar el gran diseño del universo y, por ello, estoy sumamente agradecido".

Aquella es una de las frases más conocidas de Stephen Hawking, quien dedicó gran parte de su vida a las investigaciones sobre la creación del universo y que por también repercutieron en varias polémicas sobre la existencia de Dios.

El físico inglés, que sufrió una enfermedad neurodegenerativa desde los 21 años, siempre aseguró que su deseo era ser recordado por su contribución en el entendimiento del universo, la cosmología y los agujeros negros.

"Cuando creo que han pasado 52 años desde que Stephen fue diagnosticado por primera vez, para mí es un milagro. Está bien, puede ser un milagro de la medicina moderna y el coraje y la perseverancia de Stephen, pero también es simplemente un milagro", dijo su esposa en una oportunidad.

Sin embargo, Hawking no creía en milagros de ningún tipo y se describió a sí mismo como ateo.

En una entrevista realizada por el matutino español El Mundo en 2015, Hawking señaló que en el pasado, sin los avances científicos que han cambiado la percepción del orbe, "era lógico creer que Dios creó el universo. Pero ahora la ciencia ofrece una explicación más convincente".

En ese sentido, explicó la afirmación estampada en su libro Una Breve Historia del Tiempo, en el que sostuvo que conoceríamos "la mente de Dios" si algún día se lograra la "Teoría del Todo".

Al respecto, el físico precisó que "lo que quise decir cuando dije que conoceríamos 'la mente de Dios' era que comprenderíamos todo lo que Dios sería capaz de comprender si acaso existiera".

"La religión cree en los milagros, pero estos no son compatibles con la ciencia", señaló.

En su libro "El Gran Diseño", dijo que la idea de Dios "no era necesaria" para explicar el origen del universo, ya que las leyes de la física ofrecen una explicación suficiente. La declaración, se vio como un cambio desde su posición anterior sobre Dios y el Universo, ya que en 2007 señaló que "el universo está gobernado por las leyes de la ciencia", reconociendo que "las leyes quizá hayan sido decretadas por Dios, pero Dios no interviene para violar las leyes ".

En 2010, permitió la posibilidad de identificar a Dios con las leyes de la naturaleza, pero rechazó la idea de "un ser humano" con quien uno tiene una relación personal. "Cuando se observa el vasto tamaño del universo y lo insignificante que es una vida humana accidental, parece más imposible", opinó a propósito del lanzamiento de "El Gran Diseño".

En la misma entrevista defendió la superioridad de la ciencia sobre la religión. "Hay una diferencia fundamental entre la religión, que se basa en la autoridad, y la ciencia, que se basa en la observación y la razón", dijo. "La ciencia ganará porque ésta funciona."

Posteriormente en 2011, Hawking también compartió su punto de vista sobre la vida, la muerte y lo que viene después. "No tengo miedo a la muerte, pero no tengo prisa por morir. Tengo tanto que quiero hacer primero. Considero que el cerebro es una computadora que dejará de funcionar cuando sus componentes fallan. No hay cielo ni cielo. la vida después de la muerte para computadoras descompuestas; esa es una historia de hadas para personas que temen a la oscuridad ".

Como miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, Hawking presentó sus ideas sobre el origen del Universo en varias conferencias científicas organizadas en el Vaticano a lo largo de los años, donde en varias ocasiones se reunió con el Papa Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco.

En 2006, el físico recordó que Juan Pablo II intentó disuadir a los científicos de estudiar la creación del Universo, ya que era obra de Dios. Hawking por su parte, bromeó señalando que probablemente el pontífice ignoraba que el científico había presentado un trabajo en la conferencia precisamente sobre ese tema. "No me apetecía la idea de ser entregado a la Inquisición como Galileo", dijo.

Hawking continuó hablando de su propuesta sobre la creación del Universo en el Vaticano, incluso una década más tarde. "Preguntar lo que ocurrió antes del Big Bang no tiene sentido porque no hay noción de tiempo disponible para referirse a él", dijo en la Pontificia Academia de Ciencias en 2016.

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