El defensor de Luis Hermosilla perdió 1-0 la primera batalla del caso que afecta a su hermano y que lo tiene recluido en Capitán Yáber. Pese a que le fue mal ante el tribunal, el controvertido penalista activó una estrategia que maneja a la perfección: la opinión pública. Se peleó con el gobierno, criticó al Presidente, lanzó ironías contra el ministro de Justicia y, de paso, amenazó con publicar el informe de más de 777 mil páginas con todas las conversaciones. Con eso dio vuelta el tablero, obligó a que se supieran los intercambios de WhatsApp que tuvo su defendido con el fiscal nacional, Ángel Valencia, y la persecutora Lorena Parra y pasar a la ofensiva.