Gustavo Cerati: pásame la guitarra
El segundo álbum solista de Gustavo Cerati, Bocanada, es uno de sus títulos más elogiados y sin embargo encierra una paradoja: no está anclado férreamente en su elemento primario, la guitarra, sino que integra una paleta instrumental mucho más amplia. Pero el ídolo argentino fue uno de los mejores en la seis cuerdas y así lo cuentan músicos chilenos que trabajaron con él impresionados por su talento, una memoria prodigiosa, y la capacidad de hacer propias las ideas de otros en versiones refinadas.
No todos los músicos son particularmente melómanos pero Gustavo Cerati lo era. Esos largos listados en Youtube donde se rastrean las canciones de las que tomó prestado para el material de Soda Stereo y su carrera solista, también testimonian a un profundo conocedor del rock sin restricciones desde los años 60. De hecho Bocanada es particularmente generoso en samples a artistas tan distintos y clásicos como Steve Miller band, ELO, Focus y Los Jaivas. En aquel álbum que a veces se confunde con un debut al soslayar Amor amarillo (1993), el argentino se reportaba como siempre de lo atento que estaba a las novedades musicales del Primer Mundo con elementos de trip hop y electrónica, mezclados con percusiones latinas en un producto altamente depurado. Sus características guitarras que en los 90 aumentaron de voltaje y carga en una combinación de shoegaze y otros tintes alternativos, no cargaban con el liderazgo de aquel primer título tras la separación de Soda Stereo. Cerati siempre tuvo necesidad de demostrar que su lenguaje musical era amplio y podía desarrollar toda una veta en proyectos electrónicos sin pulsar una sola cuerda. Pero el ídolo argentino era ante todo un guitarrista, uno de los mejores en la historia de la música popular de Latinoamérica.
Jugaba con la zurda
El cantante y guitarrista Javier Barría apunta a un detalle revelador del estilo de Cerati. "Él es zurdo y toca como diestro. Entonces la mano que tiene más fuerza es la izquierda, y eso se nota en su tratamiento de las cuerdas. También tiene una escuela blusera, que debe venir del rock argentino de los 70". ¿Riffs memorables para Barría? "'(En) El séptimo día' y 'Primavera 0'". Cree que su periodo en solitario no está a la altura de sus días con Zeta y Charly Alberti. "En Ahí vamos y Fuerza natural (2009) trató de recuperar ese rock de estadio de Soda". En cuanto a su faceta soleando, Barría destaca la limpieza en la ejecución. "Me gustaba, lo encontraba bien pulcro, una técnica depurada. Ahora, los solos son prácticamente los mismos siempre. Pecaba un poquito de guitar hero cuando no era necesario, sobre todo en la última época de Soda".
Fernando Milagros figura en Me verás volver, el tributo de músicos chilenos al trasandino publicado en 2014, con una versión de "Raíz" de Bocanada. Aunque es evidente la influencia de Cerati en la música de Milagros, en la infancia su opinión era radicalmente distinta. "Cuando era chico no me gustaba nada, porque yo era más indie. Encontraba fácil el pop que hacía, era mi opinión de niño melómano. Pero lo vi en (el festival) SUE de 2004, y de repente empieza el concierto, y fue el que mejor sonó con una técnica increíble. Ver todos sus pedales y efectos, fue conocerlo en su quehacer, en el oficio. Me di cuenta que era un groso. De ahí en adelante, mil respetos".
Para Milagros, más que la técnica del argentino, le atrae la manera de acercarse al pop desde la guitarra eléctrica de filo rockero. "Tiene una forma sutil para trabajar el sonido, muy británico. Rescato como escribe y la elegancia para desarrollar ideas en los temas, con gran profundidad cuando se pone atención. Y de sus riffs, me quedo con lo que hizo en Canción animal, frases súper winner y atrapantes".
Cerati melómano
Voz y guitarra en Electrodomésticos, Carlos Cabezas tuvo la oportunidad de conocer a Cerati, incluyendo un periodo donde el ex Soda trabajó en su estudio Constantinopla algunos detalles del unplugged Comfort y música para volar (1996). "Un tipo encantador, muy llano y concentrado en su pega", cuenta Cabezas, aunque reconoce que nunca fue muy fan del trabajo de Soda Stereo. "Un muy buen instrumentista, tocaba y conocía muy bien la guitarra. Culto en términos de referencias". Para Cabezas la dualidad de guitarrista y cantante de Gustavo Cerati es una muestra de su talento por la naturalidad con que enfrentaba ambas tareas. "Llegas a pensar que es fácil, pero era complejo. Es muy valorable lo que hizo en términos musicales. Acá abrió maneras de familiarizarse con el rock en español".
Felipe Llanos es un reputado profesor de guitarra, sesionista y músico en vivo que ha trabajado con artistas como Fernando Ubiergo y Nicole. En la época en que la artista chilena tuvo como productor al argentino, Llanos agregó algunos detalles en el material de la cantante bajo las órdenes de Cerati. Ahí pudo apreciar que su cualidad melómana le permitía explicar qué deseaba en el estudio. "Tenía una aptitud tremenda para memorizar música. Se sabía los efectos de determinados artistas. Cuando te daba una instrucción, siempre hacía referencia a temas y guitarristas. Por ejemplo, le encantaba Focus. De hecho un tema de Bocanada tiene un extracto de 'Eruption'. No creo que llegara al plagio, sino que ocupaba la información".
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