Un paseo por la Primavera del Libro

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Primavera del Libro 2019 en Parque Bustamante.

Novelas, traducciones, ensayos, libros infantiles, poesía, repartidos entre más de 150 editoriales independientes que participan en esta nueva versión de la Primavera del libro, que se desarrolla hasta el domingo. Aquí nuestras recomendaciones.


Habría que partir asumiendo la culpa y decir que es cierto, que los periodistas culturales nunca somos capaces de cubrir todas las novedades editoriales que aparecen en un año. Decir, por ejemplo, que en 2018 una de las novelas más valiosas que se publicaron fue Panaderos, el debut narrativo de Nicolás Meneses (1992), por Hueders, y que mereció muchísima más atención de la que tuvo. Y lo mismo ocurrió en 2017, cuando apareció Definición Hermética, de Hilda Doolittle, en Overol, con una traducción chilena y cuya recepción mediática fue muchísimo menos de la que merecía.

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Pero los libros resisten el silencio, las omisiones, y, si somos optimistas, podremos creer que van a encontrar a sus lectores más allá de todos estos problemas. Aunque eso no significa que dejemos de asumir la culpa. Y entonces, aquí está uno, de pronto, pensando en todo esto mientras recorre una nueva versión de la Primavera del Libro, que está cada vez más amistosa con el público en todo sentido: mejor disposición del espacio, mejores servicios y, probablemente, también, mejores libros. Esos libros que muchas veces se nos pasan —al periodismo cultural— y que están aquí, desperdigados en las más de 150 editoriales que participan del evento, ubicado en Parque Bustamante: traducciones, novelas, cuentos, ensayos, poesía, libros infantiles, nuevas editoriales, nuevos proyectos.

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Hace unos meses apareció Roneo, una editorial que ha apostado hasta ahora por el ensayo. Partieron con un libro del genial Gabriel Josipovici —El cantor en la orilla— y ahora acaban de lanzar El poder del arte, del filósofo alemán Markus Gabriel. Ambos libros se encuentran en el stand 12 junto a Hueders, que también llevó novedades a la feria, como Viaje al país de la cuarta dimensión, una novela del francés Gaston de Pawlowski, a quien los lectores chilenos conocieron por su libro Nuevos inventos y últimas novedades, que publicó en 2016 la editorial Bastante. A propósito de Bastante —ubicada en el stand 42—, hay que buscar ahí Ángeles de pelo negro, el primer y bellísimo libro de la fotógrafa Carla Mc-Kay, y también El asedio de las imágenes. Cinco biografías fílmicas, de Stan Brakhage. En ese mismo stand, se encuentra Catálogo libros, que publicó hace unos meses Ensayo del eclipse, de Alfonso Iommi, en el que indaga en la vida y obra del ilustrador rumano Saul Steinberg, un personaje fascinante que Iommi desentraña con inteligencia y sensibilidad.

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Ya que hablamos de ensayistas, en el stand 71 se encuentra uno de los libros más estimulantes que se han publicado por estos lados: la reedición de Filtraciones. Conversaciones sobre el arte en Chile (1960-2000), de Federico Galende. Originalmente, la obra se publicó en tres tomos, pero aquí están todos reunidos, en una edición muy cuidada. Son las conversaciones que tuvo Galende con artistas, escritores y teóricos como Eugenio Dittborn, Nelly Richard, Diamela Eltit, Adriana Valdés, Carlos Altamirano, Gonzalo Díaz, Iván Navarro, Pedro Lemebel, Matías Rivas y Voluspa Jarpa, entre otros. En ese mismo stand se encuentra la reedición de Mapocho, de Nona Fernández, una novela que era difícil de conseguir y que ahora ha vuelto, por fin, a librerías.

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Sobre narradores chilenos, hay que buscar en el stand 51 —de Bifurcaciones— la antología Avisa cuando llegues, realizada por las escritoras Alejandra Costamagna y Carolina Melys, una muestra muy diversa en la que se recopilan textos de narradoras, dramaturgas, cineastas, músicas y artistas visuales que abordan la experiencia de lo que significa deambular por el espacio público siendo mujer. Hay mucha calle en esos textos, tal como la hay en la Obra reunida de Luis Cornejo, que se consigue en el stand 88; un poco más allá, en el stand 77, se encuentra la reedición que hizo Tajamar de El mundo herido, de Armando Méndez Carrasco.

No tan lejos de ahí, está el stand 63 de Cuadro de Tiza, donde se consigue la plaquette materiales, de Carlos Cociña, uno de esos poetas imprescindibles que van quedando por estos lados. Y si hablamos de poesía, en el stand 68 de La Calabaza del Diablo se consiguen ejemplares de Banda sonora, de Andrés Anwandter, un libro extraordinario y muy difícil de hallar. Hay otros libros de Anwandter en la Primavera del Libro: en el stand 17 de Garceta ediciones está Adverbios terminados en mente y en el stand 75 de Overol, su último libro de poesía: materia gris. Ahí mismo se encuentra una de las novelas más geniales que se han traducido por estos lados en el último tiempo: Parábola del sembrador, de Octavia E. Butler, un libro alucinante que ocurre en un futuro que se parece demasiado a nuestro presente. Aquí se cruzan la ciencia ficción con el feminismo negro y con un lenguaje que se vuelve protagónico. Un libro que habría que llevarse sí o sí de esta feria.

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Y hay más traducciones: en el stand 67 de Laurel, acaba de llegar Química, de la escritora chino-estadounidense Weike Wang, novela por la que obtuvo el Premio PEN/Hemingway 2018. A su lado, un nuevo libro de cuentos de Sergio Bizzio, La Pirámide, uno de los pocos narradores que nunca decepcionan. A propósito de latinoamericanos, La Pollera (stand 66) tiene como novedad El verbo J, de Claudia Hernández, una escritora genial de San Salvador, y Los Libros de La Mujer Rota (stand 40) publicaron recién La máquina autobiográfica, del mexicano Daniel Saldaña París, un libro híbrido y singular, tal como lo es El trabajo de los ojos, de la argentina Mercedes Halfon que se consigue en el stand 95 de Lectura ediciones, que es otro de esos libros que hay que llevarse sí o sí.

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Ya llegando al final de este recorrido, unas últimas recomendaciones: Paisaje de invierno, de John Berryman en el stand 73, un poeta norteamericano muy poco traducido y que esta antología funciona perfectamente para descubrir su obra. Más allá, revisar el stand 35 donde están agrupadas las editoriales independientes colombianas, donde resaltan los proyectos de Laguna y Luna Libros. En el stand 106 de Daskapital se consigue la Poesía completa de Humberto Díaz Casanueva y en el de Cuneta (stand 89) está Migraciones, de Gloria Gervitz, la poeta mexicana que este año recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Es una coedición entre Cuneta y Editorial Aparte, que está ubicada en el stand 18 y donde se consiguen dos traducciones muy valiosas: Mi vida, de Lyn Heijinian y De ser numerosos, de George Oppen.

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Migraciones

Muy cerca de ahí, en el stand 37 se consiguen los primeros libros de la nueva editorial Banda propia, un proyecto interesantísimo que acaba de publicar una traducción de la prestigiosa escritora haitiana Edwidge Danticat, Crear en peligro. El trabajo del artista migrante.

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Y ya para terminar, dos datos finales: en el stand 14 de Ediciones UDP se consigue Extremas, una recopilación de perfiles de escritoras y artistas geniales, a un precio mucho más bajo que en librerías. Ahí también buscar Un hombre entre paréntesis, de Maurio Libertella, donde retrata con talento al uruguayo Mario Levrero. Y frente a ese stand, en el de Mundana (stand 7), una de esas rarezas que sólo una editorial independiente podría publicar: Duelos y quebrantos de Raúl Ruiz, una recopilación de sus poemas, que se suma a la investigación Los años chilenos de Raúl Ruiz, que acaba de lanzar la periodista Yenny Cáceres y que se encuentra en el stand 91 de Catalonia.

Y aquí termina este paseo.

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