A propósito de Parasite: cine coreano de los dosmiles

Hace años, en 2003, cuando casi ninguno de nosotros sabía lo que era el k-pop o el bibimbap, la cresta de la ola coreana empezó a asomarse incluso en Sudamérica con el estreno de dos películas que fueron éxitos mundiales: Oldboy, de Park Chan-wook, y Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera, de Kim ki-duk.

https://culto.latercera.com/2019/12/29/parasite-la-lucha-de-clases/

Desde entonces el cine coreano no ha estado ajeno al circuito de premios más prestigiosos (Cannes, Venecia, los Oscar) ni a las salas de cine de los lugares más alejados del centro, como Chile, presentando películas de cuidada factura y distintos géneros, desde la delicada y romántica Hierro 3 (2004) hasta el drama de zombies que es Tren a Busan (2016).

Si estos éxitos te han gustado, si te interesa saber más de la cultura coreana o si simplemente buscas algo para ver, aquí te recomendamos algunos títulos más allá de Parasite.

Chingu ha sido la que más espectadores ha llevado a las salas en la historia de su país, lo que la convierte en un nuevo clásico coreano, y nos muestra la historia de cuatro amigos que crecen juntos en Busan, la segunda ciudad más grande de Corea, y cómo la vida los va separando a medida que se hacen adultos y toman distintas decisiones. Comienza con los niños en 1976, en la escuela, sigue con su paso por el liceo y continúa con el quiebre que representa el salir de éste, porque mientras dos de ellos entran a la universidad, los otros dos se convierten en mafiosos y rivales entre ellos, y aquí se cuenta esa disputa. Esta película nos cuenta la historia de una amistad y cómo sobrevive en una sociedad que se muestra competitiva y violenta.

Esta es la segunda película más vista en la historia de Corea y fue un éxito en toda Asia, tanto que la llaman "la Titanic asiática", aunque solo se parece a la película de James Cameron en su éxito y en que trata de una historia de amor, porque My Sassy Girl es una comedia adolescente. Cuenta la historia de un joven coreano que coincide en el metro con una chica muy carismática que resulta estar borracha, y después de verla hacer el ridículo y molestar a otros pasajeros durante un buen rato, decide ayudarla a llegar a su casa. Este hecho los convierte en amigos y marca un precedente en su relación: durante casi toda su amistad ella hará lo que quiera y él, mucho más tímido e inseguro, la seguirá. Gran mix de comedia, drama y romance.

Kim ki-duk es el director de grandes éxitos coreanos como Primavera, otoño, invierno, verano… primavera otra vez y Hierro 3. En esta película nos muestra la historia de un pescador norcoreano al que se le echa a perder el motor de la lancha en plena redada matutina. La corriente lo arrastra (no muy lejos) a Corea del Sur, y aunque desde el Norte lo apuntan con fusiles y le piden que se tire al mar y regrese nadando a la orilla, él no quiere dejar ir su bote, por el cual estuvo pagando cuotas durante diez años, con el resultado de que termina siendo interrogado por autoridades de Corea del Sur, quienes sospechan que pueda ser un espía.

La película plantea la pregunta de qué tan distintas son en sus resultados la dictadura de Corea del Norte y la supuesta libertad del sistema neoliberal en el que viven en Corea del Sur. ¿Hay alguno que sea libre realmente? ¿Qué tan distintos pueden ser dos sistemas en los que los ciudadanos están al servicio del Estado y no al revés?

Ryu es un hombre sordo cuya hermana necesita un trasplante de riñón y él no es compatible para donar, por lo que decide intentar cambiar el suyo por otro que sí lo sea en el mercado negro. El resultado, que da comienzo a la historia, es cruel y terrible: al despertar de la operación resulta que ya no tiene ni su dinero ni el riñón para su hermana, lo que lo deja todavía peor que antes. Para juntar plata, él y su novia deciden raptar a la hija de su ex jefe, un empresario importante, para cobrar la recompensa.

Esta película es un thriller de acción (lo que no quiere decir que no tenga sentido de humor y, de hecho, lo tiene) y es la primera parte de la trilogía que sigue con Oldboy (2003) y termina con Lady Vengeance (2005).

La trama se sitúa en la Corea ocupada por Japón (esto ocurrió entre 1910 y 1945), donde un estafador coreano que se hace pasar por un conde japonés contrata a una mujer llamada Sook he para que se convierta en la criada de Lady Hideko, una adinerada mujer japonesa la que él planea casarse para luego internar en un manicomio y quedarse con su herencia. La historia se cuenta desde dos puntos de vida: primero el de Sook-he y luego el de Lady Hideko, lo que nos obliga a poner todo en perspectiva y replantearnos lo que habíamos pensado sobre la historia hasta hace unos momentos.

Esta película independiente es una comedia sobre las normas de cortesía en Corea, principalmente a las que tienen que ver con el alcohol. Estamos en Seúl, donde el invierno es muy frío, y Hyuk-jin acaba de terminar con su polola. Está bebiendo con sus amigos de la universidad y ellos le dicen que todo va a estar bien, que al día siguiente deberían ir todos juntos de paseo a un pueblo cercano llamado Jeongseon. Allí se distraerá. Sin embargo, al día siguiente, cuando Hyuk-jin llega a la estación de buses, ninguno de sus amigos está ahí y cuando los llama por teléfono descubre que todos tienen demasiada caña, así que no van a llegar. Uno de ellos le dice que vaya, que él lo alcanzará después, y el protagonista parte igual, cruzándose en el camino con un montón de personajes extraños que irán ofreciéndole tragos (hace tanto frío) que, por cortesía, no podrá rechazar.