Lo que el viento se llevó: un filme incómodo para el streaming

Lo que el viento se llevó
Vivien Leigh y Hattie McDaniel en Lo que el viento se llevó (1939), adaptación de la novela de Margaret Mitchell.

La plataforma HBO Max sacó de su programación el clásico “por exhibir prejuicios étnicos”


Basada en una novela que ya había sido un éxito implacable de ventas, Lo que el viento se llevó (1939) era hasta no hace mucho tiempo uno de los tesoros de Hollywood y es la película mas taquillera de la historia si se ajusta a la inflación de hoy. Los casi cuatro mil millones de dólares que obtuvo no fueron en vano, pero hoy toda esa historia escrita con letras de bronce comienza a ser cuestionada. El primer gran paso lo dio la plataforma HBO Max en Estados Unidos, que ayer decidió eliminarla temporalmente de sus ofertas.

De acuerdo a la propia compañía, el filme basado en la novela homónima de Margaret Mitchell retornará eventualmente a su catálogo, pero “con una discusión de su contexto histórico”. La decisión es uno de los coletazos tras la muerte del afroamericano George Floyd y seguidilla de protestas en Estados Unidos.

Ambientada antes y durante la Guerra de Secesión (1861-1865), Lo que el viento se llevó es la historia de la caprichosa heroína sureña Scarlett O’Hara dentro de una trama que glorifica e idealiza el sur esclavista de EE.UU.. La actriz Hattie McDonald fue la primera afroamericana en ganar un Oscar por su rol de obsecuente sirvienta de los O’Hara y no deja ser irónico que en la entrega no le hayan permitido sentarse con los actores blancos

Las declaración de HBO Max dice: “Lo que el viento se llevó es un producto de su tiempo y exhibe algunos de los prejuicios étnicos y raciales que desafortunadamente han sido comunes en la sociedad estadounidense”.

Ganadora de 10 Oscar y ubicada en el séptimo lugar de las 100 mejores películas estadounidenses de todos los tiempos por el American Film Institute (AFI), la producción de 1939 está lejos de ser la única cinta “producto de su tiempo” que distorsiona una época y y ofende a una parte de la población: El nacimiento de una nación (1915), una de las obras seminales de Hollywood, le daba categoría de héroes a los integrantes del Ku Klux Klan. Doce años después, El cantante de jazz (1927), el primer filme sonoro de la historia, era protagonizado por un actor blanco que se pintó la cara de negro para personificar a un afroamericano.

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