Fotos a color de Allende y cartas de amor de Vicente Ruiz: el millonario fondo que acelera la digitalización de archivos de la dictadura

Fotos a color de Allende y cartas de amor de Vicente Ruiz: el millonario fondo que acelera la digitalización de archivos de la dictadura
Fotos a color de Allende y cartas de amor de Vicente Ruiz: el millonario fondo que acelera la digitalización de archivos de la dictadura

Más de 600 diapositivas en fotografías, grabaciones del sello Alerce y un amplio archivo del artista Vicente Ruiz serán digitalizados y protegidos en la Biblioteca Nacional (BN) gracias a un fondo de la UNESCO, al que postuló la institución con la Subsecretaría de Patrimonio. Las voces claves que gestionaron el millonario monto hablan con Culto y relevan la importancia de la modernización de equipos de la BN.


El fotógrafo Michael Mauney no recuerda cuándo el jefe de prensa del presidente Salvador Allende le permitió entrar a la oficina. Tampoco tiene claridad si saludó al mandatario y viceversa.

“Creo que solo le dijeron que este era el fotógrafo que iban a dejar entrar ese día. Allende le debe haber dicho a Jorquera (jefe de prensa) ¿qué hago? Y él dijo, simplemente ignóralo. Yo estaba tratando de no tropezar, de no hacer una tontera, completamente concentrado en conseguir una buena foto”, dice a Culto a través de correo electrónico.

Algo similar le pasó cuando tomó la última foto de Allende en su casa, en Tomás Moro. “Él se levantó, no creo que nos diéramos la mano ni nos despidiéramos. Así que no sé si alguna vez hablamos. ¿Y sabes qué? Creo que eso no tiene precio. Alguien podría pensar ‘oh, me despreció, no me tomó en cuenta, no me habló'. Le saqué todas las fotos que quise, una vez que él lo permitió, claro, pero nunca hablamos. Pienso que eso fue genial”, rememora.

Además, Michael Mauney sacó para la revista Life fotos a color de las calles de Santiago y de Valparaíso, una novedad en los setenta donde proliferaba la fotografía en blanco y negro.

Foto de Michael Mauney

El 11 de septiembre de ese año, cuando fue el golpe de Estado en Chile, el fotógrafo estaba en Estados Unidos. “Recuerdo con mucha claridad leer la noticia del golpe y pensar que la CIA lo había matado (a Salvador Allende). Que tenían a alguien, a sus agentes que colaboraron para que tiraran el gatillo. En esa época, conversábamos bastante del tema entre mis amigos. ‘Lo fotografié. Conozco el pasillo donde lo mataron porque lo fotografié', le contaba a mis conocidos y las personas interesadas en el tema”.

En abril de 2024, en una ceremonia en la Biblioteca Nacional, el fotógrafo donó 625 diapositivas, entre las que destacan esos retratos que capturó del presidente Salvador Allende, algunos publicados en la revista Life y otros inéditos.

retratos inéditos del presidente Salvador Allende durante 1971
Instagram Subsecretaría del Patrimonio Cultural de Chile.

“No sabía, cuando viajamos para allá, que iba a ser tan importante este material. Creo que me di cuenta del peso de esto el día que fuimos a la Biblioteca. Me sorprendió un poco que fuera tan importante para los chilenos. Me alegro de haber guardado las fotos todo este tiempo”, reflexiona Mauney.

Ahora, esas imágenes serán digitalizadas gracias a los aportes del Fondo de Asistencia Internacional de la Convención de La Haya de 1954, que administra la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La cifra bordea los 104 mil dólares, es decir, cerca de 102 millones de pesos chilenos.

El proyecto fue presentado por la Subsecretaría del Patrimonio Cultural de Chile en coordinación con la Biblioteca Nacional y permitirá conservar y digitalizar cuatro grupos de archivos relacionados con la dictadura y los movimientos culturales posteriores. Este fondo se aplica a zonas del mundo que viven conflictos armados o que son propensas a desastres naturales.

“Es un fondo que nos entrega tanto apoyo financiero como técnico, para poder prevenir, pero también para recuperar y mantener patrimonio cultural”, detalla la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez.

Esta es la primera vez que Chile se adjudica un financiamiento de este estilo. Previamente, nuestro país ha recurrido a los Fondos de Emergencia de la UNESCO ante desastres naturales, por el caso de los incendios en Rapa Nui y Valparaíso, en 2022 y 2024, respectivamente. Estos permiten la gestión y protección de patrimonio mundial en dichos sectores, explica la coordinadora de Cultura de la Oficina Regional de la UNESCO Santiago, Pilar Vicuña.

“Este fondo está orientado a proteger el patrimonio documental en zonas que están en conflictos”, profundiza la Directora de la Biblioteca Nacional, Soledad Abarca. “Identificamos que por su locación, cada vez que hay manifestaciones sociales o protestas fuera de la biblioteca, se lanzan bombas lacrimógenas y eso produce gases tóxicos, que son contaminantes para las colecciones. Aquí afuera de la biblioteca había enfrentamientos diariamente. Había fuego en la calle, había fuego al otro lado de la Alameda”.

Abarca detalla: “En este caso, el proyecto que nosotros presentamos está orientado a proteger colecciones que son más sensibles, incluso que el papel, que son todas las colecciones audiovisuales y fotográficas: las emulsiones fotográficas, las cintas magnéticas y lo audiovisual”.

Dentro del archivo contemplado para la conservación y digitalización, se encuentran también documentales históricos del Archivo Audiovisual y unas grabaciones sonoras en cintas de carrete abierto de músicos chilenos recibidos por parte del fondo del sello discográfico Alerce. Este fue fundado en 1976 por el periodista y locutor radial Ricardo García.

Biblioteca Nacional

“Se va a elaborar un plan de gestión de riesgos para que todas las colecciones, que son las que vamos a digitalizar, estén bien protegidas y resguardadas frente a cualquier desastre”, explica Pilar Vicuña.

La subsecretaria Pérez enfatiza en que esta iniciativa va de la mano con la Estrategia Nacional de Patrimonios Digitales 2024-2029. “Queremos que la ciudadanía efectivamente pueda acceder, por ejemplo, a estas fotografías que vamos a poder digitalizar en conjunto con la Biblioteca Nacional. Estamos hablando también de poder generar democratización en el acceso a la información, que es un rol fundamental que tenemos desde el Ministerio de las Culturas. El trabajo en torno a estos diferentes acervos, tienen que ver también con la importancia que le damos a preservar nuestra historia desde una perspectiva de derechos humanos”, explica Pérez.

El archivo de Vicente Ruiz

Además de las fotografías de Michael Mauney y del archivo de la discográfica Alerce, se digitalizarán los archivos personales del artista nacional Vicente Ruiz, quien es conocido por su trabajo como performista, actor, director y profesor de danza y teatro, dramaturgo, bailarín, gestor cultural, videísta, director de cine y artista multimedial.

Es un artista muy importante en toda la época de la resistencia durante la dictadura y que está vigente hasta el día de hoy. Tiene una cantidad de materiales muy interesantes. Este es el registro de toda una época de las vanguardias y de todo el surgimiento de la performance”, añade Soledad Abarca.

Vicente Ruiz define el archivo como “una pieza gigantesca”. Hace un año que están desocupando la bodega de su taller, que acumula objetos, cuadernos, agendas, libros, videos, películas, afiches y diarios. “Fueron un montón de cosas que se fueron juntando en la medida de ir viviendo, trabajando, viajando e ir conociendo gente. Es algo colectivo”, detalla Ruiz en conversación con Culto. La inquietud de traspasar todo el archivo a la Biblioteca Nacional surgió en la pandemia, pero por las dificultades del contexto, recién ahora se pudo concretar la donación.

Equipo de la unidad de archivos audiovisuales de la Biblioteca Nacional, dirigido por Roberto Aguirre.
Equipo de la unidad de archivos audiovisuales de la Biblioteca Nacional, dirigido por Roberto Aguirre.

También el artista de Por la cruz y la bandera (1992) se pregunta para qué serviría, por ejemplo, donar sus agendas personas. “Creo que se puede armar una visión de una red de gente. Se puede reconstruir un proceso dinámico de persona en torno a algo, porque ahí tú ves a artistas, embajadores, ministros, personas, donantes, público y amores”.

Gran parte de su archivo corresponde al trabajo que realizó entre 1993 y 2023, en el Programa de Fomento de Lenguas Nativas en el Sector Urbano, que promovía la enseñanza de lenguas indígenas como el mapuzungún. Para Ruiz es su “obra de vida” que quedó plasmada en documentos formales, en transcripciones de textos, grabaciones de audio en lengua mapuche, entre otros insumos.

Archivo de Vicente Ruiz

Asimismo, cuenta que entrega una serie de fotografías, algunas que le han tomado—como la fotógrafa Julia Toro— y otras que él mismo ha capturado. “Están todos mis amigos, Jorge González, Patricia Rivadeneira, Jaqueline Fresal, Mauricio Garrido, las personas más importantes de mi vida… Cecilia, también”, ejemplifica. “Hay algunas fotos preciosas en lugares al aire libre que, si las ves desde el paisajismo, ves el río Mapocho que ahora está todo construido. Se ven los cambios de época”.

Otra parte relevante de su archivo son las documentaciones de las perfomance que hizo en Buenos Aires y Berlín. Incluso, va archivo sobre Chile Dignidad (1993), “una performance maravillosa que hice, que fue también muy polémica, ya, porque el público se empezó a pegar entre ellos”, rememora Ruiz.

En cuanto al periodo de dictadura, explica: “Hay muchas cartas. Por ejemplo, en ese periodo yo estaba viviendo en Buenos Aires durante un año y Patricia (Rivadeneira) y yo teníamos una relación en ese minuto. Nos escribíamos muchas cartas de amor. Ella va dando cuenta del momento en esas cartas. Por ejemplo, dice: anoche nos tomaron presos, estábamos en un lugar, en el taller de no sé qué, arrancando por los techos, etcétera, cosas así. O, por ejemplo, en otra carta me dice: voy a formar un grupo de performance de mujeres, las Cleopatras, que son históricas”.

Archivo de Vicente Ruiz

Vicente Ruiz, que en 2024 celebró 40 años desde su histórica performance Hipólito (1984) habla de cómo su generación emergió del vacío durante la dictadura. “La generación del 80 fue un grupo de personas que aparece desde una desaparición: gente había sido expulsada, se fue por voluntad propia, los exonerados y quienes por el toque de queda se encerraban. La calle estaba vacía. De repente, un grupo de jóvenes comenzó a salir, a hacer música, pintura, moda, performance… Todos esos elementos están en la documentación”.

Cuando Ruiz vio cómo desde la Biblioteca Nacional preservaban un poemario aymara que tenía en su acervo, quedó tranquilo con la donación. “Qué bueno que decidí hacer esto”, dice.

Actualmente, el artista trabaja en una investigación para una película sobre los sitios de memoria y cómo, en aquellos espacios de tortura, floreció el arte.

) De los años 80 fotógrafo JORGE ACEITUNO
De los años 80, fotógrafo Jorge Aceituno

Nuevos equipos de digitalización

El fondo no solo va para la digitalización de las colecciones, “sino para la compra de equipos nuevos que van a quedar para la Biblioteca”, afirma Pilar Vicuña. Esta inversión será donde “quizás se vaya el grueso del presupuesto”, agregó.

“En nuestro equipo de laboratorio de digitalización, contamos con algunos equipos de 2013 que fueron donados por el Ministerio de Educación, y hay equipos, por ejemplo, de la digitalización de fotografías, que también tienen sus años. Los equipos que se van a adquirir con este proyecto van a actualizar y complementar lo que ya tenemos. Por ejemplo, en el área audiovisual, tenemos equipos que son para acceder a materiales sonoros, y esos equipos a veces son difíciles de comprar y de mantener; vamos a poder comprar equipos que hace rato queríamos tener, y que, por distintos temas presupuestarios, no habíamos podido adquirir”.

Así, la subsecretaria Carolina Pérez explica que la postulación a fondos internacionales habla de “un esfuerzo que hemos hecho desde el sector patrimonial para tener una línea de trabajo de lo digital que tiene relación con contar con los equipamientos”.

Además, el Servicio Nacional de Patrimonio Cultural, gracias a la experiencia e información levantada con este proyecto, preparará un expediente de nominación para la posible inclusión de la Biblioteca Nacional de Chile en la Lista Internacional de Bienes Culturales bajo Protección Reforzada de la UNESCO, vinculada a la Convención de La Haya de 1954.

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