A 20 años del primer buscador de internet

<P>Ideado originalmente para buscar de forma sencilla entre listas creadas en forma manual por los primeros usuarios de la red, W3Catalog acaba de cumplir dos décadas de vida.</P>




LOS BUSCADORES son posiblemente las herramientas más importantes y valiosas que podemos utilizar al navegar por la red. Sin ellos, no contaríamos con una puerta de acceso para hallar todos los sitios que no conocemos y acceder a la información que necesitamos. A lo largo de los últimos años, gigantes como Altavista, Yahoo y más recientemente Google han mejorado y refinado sus sistemas para entregar contenidos más precisos y completos, pero poco es lo que se sabe sobre los orígenes de esta herramienta, creada hace ya dos décadas en una sala de computación de la U. de Génova (Italia).

Corría 1993 y el World Wide Web -el sistema que permite ver páginas a través de una conexión a internet- había sido anunciado un par de años antes por Tim Berners-Lee, un físico británico que trabajaba en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Hasta entonces, los rústicos navegadores procesaban sólo texto, lo que cambió con la llegada de Mosaic, el primer navegador listo para procesar texto, imágenes y diferentes cuadros que conforman lo que conocemos como una página web.

Fue durante esa época que Oscar Nierstrasz, en ese entonces encargado del Centro Universitario de Informática de la U. de Génova, pensó en una solución para categorizar y hallar de forma sencilla los en ese entonces cientos de sitios que congregaba la joven red. Así creó el W3Catalog, el primer buscador web de la historia. "En ese tiempo, lo más parecido eran algunos sitios hechos a mano que listaban algunas páginas según el tema. Quise crear una forma sencilla y automatizada de poder encontrar esas páginas, ya que cambiaban prácticamente cada día", explica a Tendencias desde su actual oficina en la U. de Berna (Suiza).

"Mi solución fue crear un programa instalado en el servidor que convertía todas estas listas en párrafos con vínculos, los cuales eran procesados después por el motor de búsqueda, que incluía patrones y palabras clave", agrega. El 2 de septiembre de 1993, Nierstrasz anunciaba la disponibilidad del sitio en un grupo de noticias, el abuelo de los foros de discusión que hoy pueblan la red. El mensaje decía: "Un catálogo experimental de recursos WWW está disponible ahora… por el momento, está cargado con todos los contenidos de la sección "¿Qué hay de nuevo?" de la NCSA (el Centro Nacional para Aplicaciones de Supercomputadores, donde se creó el primer navegador)".

Con una idea tan revolucionaria en sus manos, la primera pregunta de muchos es por qué Nierstrasz no siguió desarrollando su invención para dar pie a los buscadores que conocemos ahora. "Extender W3Catalog a toda la red habría necesitado un enfoque totalmente diferente. El proyecto estaba ligado al proceso de listas manuales, las que se hicieron cada vez más difíciles de detectar y actualizar a medida que crecía el World Wide Web. Crear un sistema que buscara a lo largo de toda la red habría significado un mayor esfuerzo y no estaba en mis intereses en el momento. En algún instante de 1994 apareció Yahoo y continuar ahondando en los buscadores ya no parecía tener mucho sentido", cuenta.

A pesar de los importantes avances en la tecnología de búsquedas, como la integración de imágenes, voz y resultados contextuales (por ejemplo, la conversión instantánea de monedas o pronósticos de tiempo que aparecen con sólo escribir la pregunta en un buscador como Google), el pionero de los buscadores es crítico frente a la forma en la que han evolucionado. "He notado que las cosas no han cambiado mucho en 20 años. Las búsquedas siguen basándose en consultas de texto, tomando en cuenta los sinónimos y el mínimo de contexto (quién es y dónde está ubicado), pero la semántica de lo que quieres no está siendo tomada en cuenta. Como consecuencia, hay que desarrollar el 'arte' de realizar una búsqueda; incluso, muchas veces es difícil encontrar algún sitio que sabes que existe en la red."

Mientras Google ha sido pionera en este tipo de búsquedas -que entregan respuestas directas en vez de links a través de una "curatoría" de fuentes diferentes-, no ha sido la única empresa que ha explorado este camino. Uno de los proyectos más ambiciosos es Wolfram Alpha (www.wolframalpha.com), que está completamente diseñado para responder preguntas específicas, que pueden ir desde datos geográficos hasta complejas funciones matemáticas.

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