Así será el Parque Bicentenario de la Infancia
<P>Este paseo para niños de cero a seis años, pionero en América Latina, abre en diciembre de 2011 en el Parque Metropolitano. Son 3,8 hectáreas con cascadas de resbalines, casas en los árboles, un funicular y techos vegetales. </P>
En el sector poniente del cerro San Cristóbal, bordeando la Avenida Perú, se están instalando las rejas de color naranjo vibrante del futuro Parque de la Infancia. Son un juego en sí mismas: los visitantes se pueden introducir y recorrer 300 metros de subidas y bajadas.
Este innovador espacio público, de 3,8 hectáreas dedicado a la recreación y estimulación psicomotora y sensorial de niños entre cero y seis años, está en etapa de obras civiles y ayer fue visitado por la ministra de Vivienda y Urbanismo Magdalena Matte, quien lo destacó como una "iniciativa única en su tipo en Latinoamérica". El avance de construcción es de un 62%.
Promovida por el Parque Metropolitano y Junji, y diseñada por la oficina de arquitectos Elemental, tiene un costo de 3.700 millones de pesos, aportados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Según el director del Parque Metropolitano, Bernardo Küpfer, podría ser inaugurado por el gobierno en la Navidad de 2011.
Esta es la primera vez que se abre un acceso al emblemático parque por Av. Perú. Estará cerca del Metro Cerro Blanco y beneficiará a los habitantes de Recoleta y las comunas de Santiago Poniente. El proyecto contempla un paseo peatonal en lo alto del cerro, que comunicará este lugar con el Parque Zoológico y el Funicular.
Uno de los mayores desafíos era lo escarpado del terreno. ¿Cómo construir un parque seguro para niños pequeños en un lugar donde fácilmente podían caer rodando cerro abajo? La solución: crear una gran cascada de toboganes que bajaran por la ladera del cerro.
Para llegar a lo alto de la cascada de resbalines hay dos opciones: el sendero que recorre todo el parque, o tomar el funicular (para 20 personas) que tendrá el parque.
Los toboganes estarán protegidos por la sombra de un gran parrón de forma circular. "El parrón verde funciona como una gran escultura que posiciona el parque desde muchos puntos de Santiago", afirma Víctor Oddó, arquitecto de Elemental.
El parque tendrá juegos clásicos presentados con un diseño novedoso, como los corrales de columpios o el sector de las casas en los árboles, aprovechando las laderas del cerro. Dentro de estas casas club, los niños encontrarán espejos deformadores y tubos comunicadores para conversar de una casa a otra. Ese tipo de detalles lúdicos se repiten en todo el parque. Los pozos de arena para los menores de cuatro años tendrán escondidos huesos de dinosaurio para que los niños desentierren. También hay una "casa de cuento" que funciona como cafetería y biblioteca, con mudadores y lugares para amamantar.
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