Beausejour enfrenta el infierno

<P>El zurdo vuelve al Monumental cinco meses después de su último partido con la camiseta de Colo Colo. Hoy lo hace en la vereda de la U, el archirrival. El recibimiento se anuncia de pesadilla para el seleccionado nacional, que prefirió dejar a su familia en la casa. </P>




orre el 19 de octubre de 2014. El cronómetro marca 78 minutos de juego y Jean Beausejour, por ese entonces puntero de Colo Colo, marca el 2-0 definitivo del Cacique sobre la U en el Monumental. El festejo fue eufórico, como amerita anotar en un Superclásico.

Casi dos años después, el seleccionado está en la vereda de enfrente. Y ahora le toca cargar con los 15 años sin victorias de los azules en Macul. Él lo decidió así, cuando a inicios de semestre se transformó en el gran fichaje del fútbol chileno. Poco le importaron sus dos años defendiendo a los albos. Menos el cariño de sus hinchas. La idea de Bose al cambiar de camiseta, según él mismo confesó, era devolver a los laicos al sitial que les correspondía.

Los hinchas del conjunto blanco no perdonaron el transfuguismo del ex Wigan. Porque nadie lo echó del Monumental. Lo sintieron como una traición. Incluso hubo una campaña de una tienda (Albomanía) para eliminar gratuitamente el estampado con su apellido. Quienes no lograron hacerlo, lo tacharon con cinta adhesiva. Y Beausejour, hoy, entrará nuevamente a su ex casa, aunque el recorrido será desde otro camarín. Jean sabe de la odiosidad y, por lo mismo, en su entorno cuentan que optó porque su familia no asistiera al estadio.

Consultados por La Tercera, varios hinchas dicen que no adornarán con algo especial el arribo del puntero, quien, como si fuera poco, fue formado en la UC. Hay otros más violentos, que en redes sociales han caído en amenazas e insultos racistas. "Todas las mariconadas se pagan en esta vida Beausejour, negro mercenario, no lo olvides. Prepárate para el recibimiento en octubre"; "Ya está encargado el container con bananas para recibir a Beausejour", apunta uno de los mensajes más hirientes y, por lo mismo, reprobables.

Las amenazas, cual película de Al Capone, son duras, pero, según dicen en el seno más íntimo de la barra popular, sólo serán verbales. "Pifias habrá, seguro". "Cada vez que tome la pelota será un infierno". "No lo vamos a dejar tranquilo", advierten. "Algo organizado, como para llevar cosas, no hay, pero puede ser que alguien por su cuenta decida hacerlo", apuntan.

"¡Bose, conchatum…, en la ruca, te dimos de comer!", es el cántico que preparan en Macul. A Charles Aránguiz ya se lo entonaron. Y el Príncipe respondió con goles contra Colo Colo. En su intimidad, Jean aspira a lo mismo.

El duelo no es cualquiera para el bicampeón de América. No es otro más. En el CDA dicen que a pesar de su experiencia, aunque al '15' azul no lo han visto nervioso, sí se nota inquieto. Incluso señalan que era uno de los asignados para hablar en conferencia esta semana, pero que él mismo declinó hacerlo.

Beausejour no es el primero y seguramente no será el último jugador que defienda las camisetas de los dos equipos más populares de Chile. Nombres hay muchos. Demasiados como para enumerarlos a todos. Pero hay casos emblemáticos: Charles Aránguiz, Rogelio Delgado, Pedro Reyes, Leonel Sánchez, Patricio Yáñez o Gonzalo Jara, el último antes de Bose. "Si se es profesional no hay problema", explica Roberto Cereceda, uno que jugó por ambos equipos. "La presión es la misma", rememora Leonel Sánchez, otro de los sometidos al transfuguismo. "Para mí no fue tan terrible el cambio, se podía vivir perfectamente", relata Sergio Navarro, un ex azul que vistió de blanco.

El caso de Yáñez fue uno de los más bullados. Porque en 1990 los seguidores laicos se quedaron con la sensación de que el Pato los botó. Detalles sobre ese traspaso hay muchos, pero lo cierto es que el ex delantero pasó del azul al blanco en un cerrar de ojos. El recibimiento para su primer Superclásico fue desagradable. Le hicieron parecer ese duelo como un infierno.

En los planteles actuales de ambos equipos también hay camaleones: Valber Huerta, Luis Pedro Figueroa, Ramón Fernández y Paulo Garcés por el lado de Colo Colo. Christian Vilches, además de los mencionados Jara y Beausejour en la vereda estudiantil. Muy pocos para ser sólo coincidencia. El cambio de camiseta ya es algo habitual.

Chile está lejos de ser una liga aislada de jugadores cambiando de una vereda a otra. A nivel mundial, uno de los casos más bullados fue el del portugués Luis Figo. En 2000 fue el traspaso más morboso de la temporada: de Barcelona a Real Madrid. En los dos le marcó al clásico rival. "No me arrepiento", aseveró en una oportunidad el luso.

La frase seguramente fue justificada por el recibimiento en el Camp Nou cuando le tocó regresar con la camiseta merengue. Fue una pesadilla. Los abucheos entraron en los anales del fútbol español. Lienzos como "Figo llorón, ya eres un puto blanco", "Figo traidor", "los que antes te quisimos siempre te odiaremos", se pudieron ver ese día, pero eso no fue impedimento para que otros hicieran lo mismo.

Ronaldo jugó por los mismos equipos hispanos, además de Milan e Inter, dos eternos rivales en Italia; Pirlo le sumó además la Juventus; los argentinos Gabriel Batistuta y Claudio Caniggia defendieron a Boca y River; Romario estuvo en Flamengo y Fluminense.

Beausejour se une a esa lista. Y hoy, desde las 12:00, tendrá su propio recibimiento infernal.

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