Belén Molina en juicio a Pilar Pérez: "Se aprovechaba de la debilidad del que sufre"

<P> La arquitecta detenida por los crímenes de Providencia arriesga hasta 83 años de cárcel.</P>




"(Vivía) aprovechando siempre la debilidad del que sufre". Con estas palabras Belén Molina Pérez (27), se refirió a su tía, María del Pilar Pérez (58), la arquitecta acusada de ser la autora intelectual de los crímenes de Providencia.

Vestida con chaqueta negra, una blusa azul y jeans desteñidos, la detenida ingresó a la sala de audiencia flanqueada por un gendarme. En el trayecto al banquillo de los acusados la mujer evitó cruzar miradas con José Ruz (46), el presunto sicario que, según la Fiscalía Oriente, fue contratado por ella para cometer los asesinatos de su esposo Francisco Zamorano; la pareja de éste, Héctor Arévalo, y del joven economista Diego Schmidt-Hebbel, pololo de Belén Molina. El profesional fue asesinado el 4 de noviembre de un balazo en el cuello, cuando José Ruz intentaba ingresar a la casa de la familia de Belén Molina para ejecutar una venganza, supuestamente por encargo de la mujer.

En su relato la joven aseguró que los problemas con la arquitecta siempre trataron sobre el tema de los bienes de la herencia de su abuelo y a sus "reacciones desmedidas".

Las rencillas llegaron al punto que cuando niña su familia le prohibió acercarse a la casa de la mujer, a pocos metros de la suya, ya que era "considerado peligroso ir a verla". El conflicto siguió escalando con los años y la joven fue advertida de que "si ella me iba a buscar al colegio, yo por ningún motivo me subiera al auto".

Según su testimonio, uno de los actos de mayor violencia por parte de Pilar Pérez se registró cuando "se enteró que mi abuela le dio un local en arriendo a mi mamá, ella llegó a la casa y trató de ahorcarla".

El conflicto se agudizó con el tiempo, al igual que los hostigamientos de la arquitecta hacia la familia de su hermana. Incluso la mujer puso "excremento humano en la cerradura de la puerta para que no pudiéramos entrar", según contó la joven.

Pilar Pérez se mostró tranquila e imperturbable mientras escuchaba los cargos que el Ministerio Público le formuló. Su actitud sólo varió cuando Belén Molina subió al estrado a declarar en su contra.

Con ambas manos en las piernas y en completo silencio, la mujer no apartó la vista de su sobrina. Por el contrario, José Ruz pidió a su abogado, Boris Hrzic, un lápiz y un papel para registrar cada detalle del testimonio que prestó.

Belén Molina, dijo que "no había forma de dejarla satisfecha", respecto de los conflictos por la herencia familiar.

Teoría de la defensa

La defensa de los acusados anunció que citará a Claudio Soza (77), quien fue acusado de los homicidios por la Fiscalía de Ñuñoa e incluso se aseguró que había confesado pero que, finalmente, debió ser dejado en libertad al comprobarse su inocencia.

"El tribunal tiene que ver qué confesión de las dos personas que se retractaron, está más acorde", afirmó Andrés Rieuteord, parte del equipo defensor. Al respecto, recordó que el propio Ruz se retractó de su confesión inicial en cartas a medios de comunicación.

Según el fiscal Rodrigo Lazo, la participación de la pareja está acreditada, ya que Pilar Pérez "encomendó el asesinato de las personas de su núcleo cercano", para apoderarse de los bienes.

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