China recuerda en silencio los 50 años de la Revolución Cultural de Mao Tse-Tung
<P> En mayo de 1966, el líder chino lanzó una campaña para afianzar la "revolución comunista" y consolidar su poder.</P>
"Yo era muy joven y no participé, pero estaba observando todo el tiempo", dice a la agencia EFE, Mi Hedu, quien pasó por un campo de reeducación durante la Revolución Cultural y finalmente se graduó en Historia del Partido Comunista en los años 80. "Muchos no admiten que también fue una cuestión de intereses, no sólo de política, añade Mi sobre la facción de guardias formada por los "zilaihong" ("nacidos rojos"), que eran hijos de altos cargos comunistas.
Porque pese al silencio de las autoridades en esta fecha, en la que se conmemora los 50 años desde que se iniciara la Revolución Cultural (1966-1976) en China, sus habitantes aún recuerdan ese período de su historia. Algunos dirigentes como el propio presidente Xi Jinping incluso son hijos de personeros del partido perseguidos en esos años.
Todo se inició en mayo de 1966, cuando Mao Tse-Tung, entonces máximo jerarca del Partido Comunista de China (PCCh), lanzó una campaña contra los altos cargos del partido e intelectuales a los que el líder y sus seguidores acusaron de traicionar los ideales revolucionarios, al ser, partidarios del camino capitalista. Según explica el diario The Guardian, Mao vio esta iniciativa política como una forma de afianzar la revolución comunista al fortalecer la ideología y erradicar a sus oponentes.
Con la "notificación del 16 de mayo" de 1966, en la que el "Gran Timonel" pedía acabar con los "revisionistas contrarrevolucionarios", se dio comienzo oficial al experimento. Fue así que Mao, que se encontraba aislado del poder tras el fracaso del "Gran Salto Adelante" (1958-1962), se impuso mandando a los "guardias rojos" -la juventud escolarizada y fiel- al asalto del partido. Más tarde, ordenó al Ejército, dirigido por el mariscal Lin Piao, reprimir a los mismos "guardias rojos", cuyo movimiento había escapado a su control.
Desde altos cargos del partido hasta escritores y profesores, millones de personas fueron perseguidas durante ese periodo. Se estima que entre 1,4 y 1,6 millones de personas murieron en la Revolución Cultural.
Esa guerra se trasladó a las calles, con manifestaciones multitudinarias de apoyo a Mao. "Tenía 14 años y pensaba que era un momento glorioso. Que iba a ganar el comunismo. Me acuerdo que al verlo (a Mao) en Tiananmen mis compañeros lloraban y gritaban ¡Viva el Presidente Mao!", dijo al diario El Mundo un intelectual chino.
Por otro lado, según analistas, la Revolución Cultural se produjo en un momento en que, producto de la ruptura de las relaciones entre Beijing y Moscú, el país se encontraba aislado financiera y comercialmente dentro del bloque comunista de la Guerra Fría, y todavía no se había abierto al resto del mundo. El temor a un posible ataque soviético o estadounidense exacerbó los miedos de Mao Tse-Tung, que lo llevó a tomar esta medida.
El historiador Frank Dikötter, profesor de la Universidad de Hong Kong señala que "legado más importante" de la Revolución Cultural fue la aparición de mercados negros que evitaron que los ciudadanos murieran de hambre y obligaron a los líderes comunistas a abandonar la economía planificada tras la muerte de Mao". "La ironía de ese periodo es que, hacia 1971, la mayoría de la gente, al menos en el campo, había perdido la fe en el comunismo", agregó.
Mao murió enfermo en septiembre de 1976, sin que su responsabilidad se reconociera públicamente, y fueron más bien sus "lugartenientes", es decir, su esposa Jiang Qing y Lin Piao, quienes cargaron con las culpas oficiales.
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