Científicos descubren gen que causa miopía

<P>El hallazgo podría ser la base de nuevos tratamientos para la enfermedad.</P>




La miopía es una de las enfermedades más comunes que afectan al ojo. Según la OMS, más del 15% de los niños de Santiago sufre miopía, astigmatismo o hipermetropía.

La miopía se produce porque el punto focal se forma delante de la retina en lugar de en la misma retina, como sería lo normal. Esto provoca que las personas no puedan enfocar bien objetos que están lejos, provocando una visión borrosa.

Hasta ahora, los médicos sólo podían explicar su aparición por factores hereditarios. Sin embargo, un grupo de científicos del Centro Médico de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, identificó el gen involucrado en su aparición en la población caucásica.

Específicamente se trata de un gen llamado RASGRF1, que tiene directa relación con la función de la retina y la consolidación de la memoria visual.

El estudio fue publicado en la nueva edición de Nature Genetics y analizó el gen en más de 13 mil personas en parte de Europa.

¿Cómo lo probaron? Los científicos crearon ratones sin el gen correcto, los que finalmente modificaban la estructura de sus ojos y, por lo tanto, su visión correcta.

Aunque los autores del estudio creen que todavía falta más investigación para una cura para esta enfermedad, estiman que el descubrimiento de este gen podría ser la base de un potencial tratamiento genético: "Esto es biológicamente convincente. El RASGRF1 ofrece un novedoso mecanismo molecular para estudiar de qué manera podemos trabajar para prevenir la causa más común de deficiencia visual", explicó Terri Young, profesor de Oftalmología y uno de los principales investigadores del Centro de Genética Humana de la Universidad de Duke.

Aunque la mayoría de los casos de miopía son leves y se pueden corregir con el uso de anteojos, el 3% de los casos puede derivar en patologías como el desprendimiento de retina, glaucoma prematuro, hemorragia macular y glaucoma, que puede finalmente causar ceguera total.

El estudio va en línea con estudios previos que, identificaron otros genes que en poblaciones asiáticas tenían los mismos efectos que el RASGRF1.

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