Claudio Bravo pasa facturas

<P>El arquero, más empoderado que nunca en su rol de líder de la Roja, abordó todos los temas en la previa al duelo con Ecuador. </P>




Y un día habló Claudio Bravo. Después de todo el agua que pasó bajo el puente de la Roja. Con variadas polémicas que lo pusieron en la línea de fuego, fundadas y de las otras. Con capítulos que aún siguen enredados en interpretaciones, de uno y otro lado. El capitán de la Roja dio la cara y también la pelea, en una conferencia donde su voz se hizo sentir con fuerza, pero también con cierta arrogancia. Como para que no quedaran dudas sobre su liderazgo en el camarín.

Bravo enfrentó todos los temas, desde una altura pocas veces vista, midiendo cada palabra. Subiendo y bajando la temperatura de cada uno de los tópicos que se le pidió abordar. Lo hizo poniendo encima de la mesa su larga trayectoria en la Selección. Atribuyéndose a ratos ser la única voz autorizada de la Roja, incluso enfrentándose a quienes también vistieron en su momento la misma camiseta por el simple hecho de haberlo criticado.

Desde su ausencia en los últimos partidos eliminatorios, donde admitió al fin que los motivos fueron personales y no físicos. Hasta la polémica por el nombramiento y posterior arrepentimiento de la ANFP para entregarle el cargo de gerente de selecciones a Rodrigo Gómez, por algunos posteos en twitter en los que puso en duda su liderazgo en el camarín. El portero habló de todo. Eso sí, desde un sitial magnánimo, al que pareciera, desde su opinión, pocos pueden aspirar.

"Hay jugadores que llevan 30 o 40 partidos y no más de 100, y te critican diciendo que han dejado el alma por Chile porque faltaste una vez", espetó el capitán de la Selección, en alusión a ex seleccionados que levantaron críticas por su ausencia frente a Paraguay y Bolivia. Eso sí, al portero del City se le olvidó mencionar aquella vez en Estados Unidos, cuando le pidió a Sampaoli ausentarse del amistoso ante Haití para no perder terreno en la lucha por la titularidad en el Barcelona con Ter Stegen. O en octubre de ese mismo año, cuando tras el partido con Perú en Valparaíso fue liberado para regresar de inmediato a Europa por el mismo motivo.

Invitación a Manchester

Sus palabras golpeaban fuerte. No había tiempo para mirar atrás. El capitán quería pasar facturas. Sin importar si aquello estaba acompañado por la verdad completa, como en la cantidad de partidos que se ausentó. Incluso desafió a quienes quisieran aclarar cualquier tipo de dudas a viajar a Manchester. Allá va a recibir a todos quienes lo deseen entrevistar, incluso para tratar temas personales. "Siempre que sea en mi lugar de trabajo", sostuvo, olvidándose de las veces que fueron a buscarlo a Europa y por diversos motivos no se efectuó el encuentro.

Pero el portero seguía pasando lista. Bravo parecía tener claro en qué momento desenfundar la pistola. Como cuando le preguntaron sobre la posible participación de los jugadores en la decisión de la ANFP de bajar a Rodrigo Gómez del cargo. Luego de insistir en que es un tema que no le corresponde ("es netamente de la federación y el técnico, ellos manejan eso y deciden si una persona está o no con nosotros"), sacó munición gruesa para referirse al ex futbolista: "Imposible no enterarse de lo que se escribe. Pero jamas he sido rencoroso, no tengo problemas. La verdad es que no lo conozco. Nunca he estado con él".

De todos modos, pese a todas las pasadas de cuenta, el capitán de la Roja descartó dar un paso al costado. "Jamás se me ha pasado por la mente no estar acá y no venir a dar una mano, más allá de que te ensucien con cosas que no son reales", concluyó Bravo, al que no parecen entrarle balas.

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