Codelco entrega detalles de explotación subterránea de Chuqui

<P>El proyecto, que entró al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, consiste en un cambio de extracción del yacimiento de Chuquicamata.</P>




A paso firme avanza la decisión de Codelco de cambiar el método de extracción de los minerales del yacimiento Chuquicamata, desde rajo abierto a explotación subterránea. De hecho, ayer la cuprera estatal anunció el ingreso de una declaración de impacto ambiental al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) para dicho proyecto. La nueva mina, que implicará una inversión de US$ 1.900 millones, tendría una etapa de operación de 42 años.

Los estudios realizados a la fecha por la estatal muestran que el rajo abierto de Chuquicamata agotará sus reservas cerca del año 2018, producto de la disminución natural de las leyes medias de cobre del mineral, el aumento en las distancias de transporte, entre otros factores.

Codelco estima que bajo el rajo de Chuquicamata existe gran cantidad de recursos mineros que son viables de explotar con el método de minería subterránea.

Se espera que el inicio de producción de la mina subterránea sea hacia fines de 2018.

La producción está precedida por una fase de construcción de ocho años, los que están fundamentalmente determinados por el desarrollo de largos túneles y piques, necesarios para accesos, facilidades de producción y ventilación.

Cuatro niveles

La mina se ha configurado con cuatro niveles de explotación, los que serán preparados y explotados en forma secuencial y descendente durante la vida útil. Estos han sido caracterizados referencialmente por las cotas de los respectivos niveles de hundimiento que son: 1.841 / 1.625 / 1.409 / 1.193 metros sobre el nivel del mar.

La construcción de la mina se realizará a través del método de explotación llamado hundimiento de bloques (block caving), en una configuración de macrobloques.

Se contempla una dotación máxima de 3.700 trabajores durante la etapa de construcción.

La puesta en marcha de Chuquicamata subterránea también implicará un desafío en materia laboral para Coldeco, según reconoció el mismo presidente ejecutivo de la cuprera, José Pablo Arellano.

"Hay mucho espacio para mejorar la productividad y la eficiencia en cada una de nuestras operaciones, particularmente en aquellas como Chuquicamata, que tiene variables mineras que se han deteriorado y van a seguir deteriorándose", explicó Arellano a La Tercera hace una semana.

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