Cómo se convirtió Gyllenhaal en boxeador

<P>La cinta debuta el jueves y ya se habla de una nominación al Oscar. "Lo que se ve en la pantalla es un boxeador, no un actor haciendo de uno", dice el entrenador Terry Claybon. </P>




En 2007, la Universidad de Manchester hizo un particular estudio. Contactó al hoy retirado boxeador Ricky Hatton para medir la velocidad y fuerza, traducida a kilos, que podía alcanzar el golpe de este deportista de categoría superligera. El resultado sonó abrumador. Al lanzar su puño contra una bolsa para ejercicios, el boxeador superó los 50 kilómetros por hora, sintiéndose como el peso de un objeto de 400 kilos.

Si bien estas cifras no son de conocimiento popular, sí lo es que entre las consecuencias que puede sufrir un deportista de este tipo pueden ir de contusiones y cortes a pérdida del conocimiento y traumatismos de distinto grado. A pesar de eso, Jake Gyllenhaal (Secreto en la montaña) no sólo interpretó al boxeador Billy Hope en la película Revancha, que debuta este jueves en cines locales y trata de cómo un campeón mundial debe rehacer su vida tras la muerte de su esposa (Rachel McAdams), sino que actuó él mismo en cada pelea.

"El se negó a tener un doble o un extra. Se rehusó a tener alguien más que entrara al cuadrilátero por él", cuenta Terry Claybon, el ex boxeador que entrenó a Gyllenhaal y ha trabajado con Denzel Washington en Huracán -hoy lo prepara para The magnificent seven-, y Matt Damon en Bourne: El ultimatum.

Para alcanzar el nivel físico necesario para interpretar a este boxeador, Gyllenhaal tuvo que entrenar por seis meses. Esto implicaba tres rutinas cada mañana y otras tres cada tarde. Gyllenhaal debía correr casi 13 kilómetros cinco días a la semana, hacer dos mil sentadillas cada día, mil tiburones, además de golpear distintos tipos de bolsas. Según explica, normalmente, para lograr que alguien se vea y pelee como Gyllenhaal, se necesitan dos años. Para apurar el proceso, doblaron el tiempo de preparación. "Eso le dio la oportunidad de tener más experiencia", dice el entrenador.

Un factor que le jugó a favor a Gyllenhaal fue el haber bajado considerablemente de peso para su anterior cinta, Primicia mortal, pues tenía poca grasa corporal antes de comenzar su preparación física. En cuanto a su dieta, no tuvo que hacer mayores cambios por la cantidad de actividad y ya tenía una buena alimentación: "Dejamos que comiera lo que quisiera", explica.

Para Claybon, al preparar a un actor para interpretar a un profesional del boxeo, es esencial lograr que camine, hable, duerma y viva como un boxeador. "Eso es lo que hicimos con Jake: lo sacábamos a trotar temprano en la mañana y a entrenar en la tarde. Comía y se iba a acostar temprano. Se levantaba a las cinco de la mañana: debía ser disciplinado como un boxeador". La importancia de enseñarle esta disciplina, para Claybon, radicaba en que, para la película, "tenía que saber exactamente lo que haría un boxeador". Además de esto, era fundamental que el actor de Donnie Darko aprendiera elementos de defensa, "que supiera suficiente de defensa para que se protegiera en todo momento".

Pero la experiencia no fue una gran tortura: Gyllenhaal tuvo la oportunidad de entrenar un par de veces en el gimnasio de Floyd Mayweather, e incluso fue como público a una de sus peleas. "Cuando entrenas en el gimnasio del campeón del mundo y vas a una de sus peleas, te motiva", dice Claybon.

Otro punto importante fue que el director, Antoine Fuqua (Día de entrenamiento), entrenó junto al actor casi todos los días. "Cuando Jake estaba agotado y exhausto, Antoine estaba ahí para ayudar a empujarlo para que siguiera. Fue un gran trabajo en equipo", agrega.

Como Fuqua quería que la cinta y el rol de Gyllenhaal se vieran muy reales y orgánicos, las peleas se debían grabar como si fueran a ser televisadas. "La primera fue muy compleja para Jake, salir a pelear con público, porque era como una pelea real". De todas maneras, el ex boxeador también ayudó a Gyllenhaal sobre el cuadrilátero: "Yo interpreto al asistente de Forrest Whitaker (el nuevo entrenador). Antoine me metió a la película y me ves en la esquina. Creo que Antoine fue inteligente al hacerlo, porque tenía la posibilidad de ayudar a Jake cuando se empezaba a salir de personaje".

Finalmente, Claybon asegura; "Lo que se ve en la pantalla es un boxeador, no un actor haciendo de uno. Realmente se transformó en un boxeador en lo físico, mental y espiritualmente".

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