Conozca la historia de las papas fritas
<P>Las papitas fritas envasadas, como las conocemos hoy, nacieron debido a la crítica que hicieron a un cocinero por sus papas "muy gruesas".</P>
PÓNGASE en esta situación: ha cocinado unas ricas papas, las ha pelado, puesto en una olla y cocido. Ya en la mesa, su pareja le hace un comentario -quizás sin el afán de ofender- de que las papas están demasiado duras. Claro, quizás usted se enojará porque la crítica viene sin considerar el esfuerzo de preparar la comida y la próxima vez las cocerá un poco más, sacándole en cara que lo hizo. Otra opción es pasar a algo más vengativo y cocerlas tanto que con solo pincharlas, las papas se desarmen completas. Algo similar pasó hace 160 años, en 1853, el año en que las famosas papas fritas -de envase- nacieron.
La historia de las "papitas" comenzó en la cocina de un lujoso resort llamado Moon's Lake House, en Saratoga Springs, Nueva York; en ese entonces servir papas fritas ya era un plato típico del lugar, por lo que un día, el magnate ferroviario Cornelius Vanderbilt ordenó su cena con papas fritas de acompañamiento -piense en algo similar a las papas doradas-, pero cuando su plato llegó, consideró que estaban muy gruesas y pidió que le trajeran otras, esta vez más delgadas. El mayordomo llevó el plato de vuelta a la cocina y le dijo al chef, George Crum, lo que había pasado. Nuevamente, Crum cortó otras papas, esta vez más finas, pero Vanderbilt volvió a rechazarlas. Estaban muy gruesas para su gusto. Enfadado por la insistente crítica -¿quién no lo estaría?-, quiso vengarse y cortó las papas tan delgadas, que no se podían pinchar con el tenedor, las frió, las sazonó con sal y le dijo al mayordomo que se las llevara a Vanderbilt. Sin embargo, contrario a lo que Crum pensó, el magnate y sus acompañantes quedaron fascinados con el nuevo plato, que se convirtió en la sensación culinaria del lugar. Nacían así las Saratoga chips.
La masificación definitiva
Con el paso de los años, las Saratoga chips se hicieron conocidas en toda la costa este de Estados Unidos y cambiaron su nombre a patatas fritas o papas fritas (potato chips).
En 1985, un hombre emprendedor de Cleveland (Ohio), llamado William Tapper, le sacó provecho al producto: las cocinaba en su casa y las vendía a las tiendas de su barrio. Conforme aumentaron las órdenes, el negocio creció y Tapper terminó convirtiendo su granero en la primera fábrica de este salado manjar.
Ya más masificadas, las papas se vendían en tiendas de abarrotes -o negocios de barrio- donde las guardaban en barriles o en envases de cristal, tal como se hacía con los dulces en ese entonces. Luego, cuando un cliente las compraba, sacaba cierta cantidad y se las llevaba en una bolsa de papel. Mas el método tenía un problema: el almacenamiento de las papas hacía que se airearan y perdieran su crujiente consistencia.
La situación cambió en 1926 gracias a Laura Scudder, dueña de una fábrica de potato chips en Monterey Park, California. Por la noche, le pidió a las empleadas que llevaran papel mantequilla y que lo plancharan en forma de bolsas. Al día siguiente, los hombres llenaron manualmente cada uno de los envases y los sellaron usando hierro caliente. Los "paquetes" de papas fritas se vendieron a tiendas minoristas, donde los clientes podían comprarlas
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