Couponing: la nueva moda de vivir con cupones de descuentos

<P>El ícono del fenómeno es un norteamericano cesante que vivió un año sólo con cupones de descuentos on line. </P>




Son las 8.30 y José Luis Rojas (30) revisa su mail. Rumbo a su trabajo ve las últimas ofertas que cinco compañías de cupones de descuento envían a su correo. "Llegando a la oficina compro lo que me gusta", dice el ingeniero.

Cada semana usa al menos cinco cupones de descuento y gasta más de 70 mil pesos mensuales en ellos. "Gasto harto, pero me ahorro el triple", asegura. Su señora también aprovecha el sistema. Juntos comentan las ofertas en la mañana y gran parte de las veces planifican su panorama diario y de fin de semana en torno a los cupones.

En Estados Unidos les llaman los couponers y son parte de un fenómeno que ya ha llegado a Chile, que, según la consultora internacional comScore, es el cuarto país de Sudamérica con más visitas en estos sitios y con una suma no despreciable de 750 mil usuarios permanentes.

El sistema es simple: las empresas ponen a la venta cupones de descuento on line, que sólo se activan cuando se llega a cierto número de compradores. Metas que casi siempre se superan, ya que los descuentos van desde un 25 a un 90%. Luego de la activación, el usuario tiene, generalmente, seis meses para hacer efectiva la compra. "El sistema es supertransparente. La letra chica es grande y todo queda claro desde un principio", cuenta Rafael Moraga, usuario desde hace ocho meses.

El ícono mundial del fenómeno es Josh Stevens. Un estadounidense de 28 años desempleado que logró vivir sólo con cupones de descuento por un año tras aceptar y ganar el desafío lanzado por la empresa Groupon. Con cupones regalados por extraños y la empresa logró hacer cursos de cocina creativa, afinación de voz, piloto de autos de carreras, aviones, globos aerostáticos, helicóptero o cata de vinos. Además, supo de los secretos de una "buena" manicure, comió sushi y hamburguesas y conoció 25 ciudades de Estados Unidos.

Hoy es una celebridad, invitado a matinales, daconsejos para hacer couponing y su caso inspiró un reality show.

Aunque en Chile el fenómeno aún no es tan global, cada vez toma más fuerza y suma representantes. Juan Carlos Labbé (36), publicista, es uno. "Mi mayor compra (de cupón) ha sido entre 100 mil y 150 mil pesos. Al mes gasto unos 300 mil en Agrupemonos.cl. Pienso que son compras que igual iba a hacer, sólo que las hago por la página y ahorro. Eso sí, también es superimpulsivo. A medida que van saliendo ofertas uno se va enganchando. Es como cuando compras chocolate mientras esperas en la caja del supermercado", dice.

Según un estudio realizado en 2010 por Groupon, un 6,2% de sus clientes ha comprado cinco veces o más por el sistema, en Groupalia cerca del 10% de los compradores son cliente habituales, es decir, ocupan el sistema todas las semanas, mientras Agrupemonos.cl dice que uno de cada 10 de sus usuarios compra más de tres cupones semanales y que cada semana aparece un couponers. El último: una mujer que compró 16 cupones.

Couponer selectiva

Fernanda Durcudoy (27) es una couponer selectiva. En vez de comprar muchos para diversas actividades, opta por uno o un paquete temático, que si bien es más caro en el momento, le permite un mejor ahorro. "Una vez gasté 90 mil pesos en un pack de cupones de viajes, pero ahorré más de 200 mil". Siempre está pendiente de las ofertas y cómo puede junta varias para hacer un buen pack. Su sitio favorito es Groupon, empresa que afirma que precisamente son las mujeres entre 24 y 35 años, amantes de internet y profesionales, sus mejores compradoras.

José Luis se queja de que la oferta esté centrada más en el público femenino. Actualmente, sólo en Groupalia está pagando mensualmente más de 30 mil pesos, especialmente por ofertas de comida - que sin cupones le habrían salido unos 100 mil-, pero gastaría más si se expandiera a otras áreas de su interés.

El sitio Agrupemonos.cl ha detectado más de 25 páginas de cupones en Chile. Francisco Silva, product manager de Agrupemonos.cl, dice que eso es normal en un comienzo, cuando hay una ebullición del formato, pero que el mercado decantará luego en menos compañías.

¿Qué piensan los consumidores? Reconocen que en un principio es adictivo, pero ya dentro del sistema, aprenden a usarlo con criterio, generando importantes ahorros.

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