"Declaración de los 13"
SEGUN SE ha dicho, algunos dirigentes de la Democracia Cristiana han planteado que la declaración oficial del partido, a raíz del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, sea sustituida por la llamada “Declaración de los 13”, lo que significaría -a mi juicio- el intento de reescribir lo sucedido a partir de aquel aciago día.
La acepción más usada para definir la historia es la del conocimiento adquirido en la participación directa en hechos o su transmisión por diferentes fuentes orales o escritas.
En el caso que nos preocupa, el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, mi partido, el Demócrata Cristiano, tuvo dos posturas que se difundieron con horas de diferencia, pero que entrañaban posiciones contradictorias.
La primera y oficial, encabezada por su presidente, Patricio Aylwin, declaraba: “Los propósitos de restablecimiento de la normalidad institucional y de paz y unidad entre los chilenos, expresados por la Junta Militar de Gobierno, interpretan el sentimiento general y merecen la patriótica cooperación de todos los sectores”. Y agregaba: “La Democracia Cristiana lamenta lo ocurrido”.
La segunda declaración, encabezada por Bernardo Leighton, Renán Fuentealba y 11 dirigentes que habíamos perdido en mayo de 1973 la Junta Nacional con el 45% de los votos, horas después declarábamos: “Condenamos categóricamente el derrocamiento del Presidente Constitucional de Chile, señor Salvador Allende”. Y añadíamos: “Nos inclinamos respetuosos ante el sacrificio que él hizo de su vida en defensa de la autoridad constitucional (...). La falta de rectificación, que en definitiva nos llevó a la tragedia, es responsabilidad de todos, gobierno y oposición”.
Ambas versiones no fueron consultadas con el sector antagónico, aunque en conversaciones telefónicas sobre determinados supuestos se nos hizo presente el peligro de fusilamiento por traición a la patria. Distribuimos nuestra declaración a la prensa a través de agencias internacionales y de varias embajadas. Los medios de comunicación nacionales no nos cubrieron.
Quien crea que las citadas declaraciones se pueden cambiar, comete un error profundo. La historia es como el sol, no se tapa con un dedo ni aquella con un acuerdo.
Participé de la última junta nacional del partido el día 10 de agosto pasado. En ella, dirigentes de los trabajadores, de la juventud y bases comunales, al ya casi cumplirse 40 años, rindieron, sin que estuviera establecido en la tabla de reunión presentada por la mesa del partido, un homenaje a los 13 democratacristianos que firmamos la declaración del 13 de septiembre. La Junta hizo suya, además, una proposición presentada por los dirigentes señalados y, por unanimidad, con acuerdo de la mesa, se acordó incluir un punto en el voto político que reitera: “El compromiso de la DC con la vigencia de los derechos humanos, con la libertad y la democracia, y valora la declaración suscrita por 13 distinguidos camaradas, encabezados por Bernardo Leigthon, el 13 de septiembre de 1973”. Nadie pidió ni ha pedido cambiar los hechos; sí poner énfasis en los puntos señalados.
El extraordinario presidente que fue Patricio Aylwin al recuperar Chile la democracia, señalaba en 1998 en su libro El reencuentro de los demócratas, algo que ya había señalado en la década del 80: la “Declaración de los 13” era la acertada.
Belisario Velasco
Ex ministro de Estado y firmante de la "carta de los 13"
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