Director para Latinoamérica Laureate Universities: "Los excedentes se reinvierten (...). Este tema no es una complicación"

<P> Representante del controlador de las Ues. Andrés Bello y Udla dice que urge la Superintendencia de Educación Superior.</P>




El grupo Laureate tiene más de 70 instituciones en el mundo, y aunque en Chile es controlador de los institutos Aiep y de la Escuela de Música, su presencia en el país está marcada con la U. de las Américas (Udla) y la U. Andrés Bello. Estas últimas tuvieron reveses en su acreditación y la primera, incluso, perdió la certificación en primera y segunda instancia y ahora espera los resultados de la apelación en el Consejo Nacional de Acreditación (CNA). El encargado de la red educacional para Latinoamérica, Ricardo Berckmeyer, habla sobre cómo ha sido su participación en Chile y señala que siempre han cumplido con la normativa chilena.

¿Cómo ha sido la experiencia en Chile con sus universidades e institutos?

En general, ha sido positiva. Considero que hemos hecho un aporte al desarrollo del sistema de educación superior y, por ende, al crecimiento del país. Tenemos la satisfacción de haber logrado entregar acceso a segmentos que no tenían la oportunidad de ingresar a la educación superior y hemos innovado con la introducción de programas para adultos que buscan continuar sus estudios.

¿Por qué es atractivo tener instituciones en nuestro país?

Participamos en Chile desde 1999, porque entendimos que existían necesidades en materia de educación superior de buena calidad y de cobertura. Es por esta razón que hemos participado a través de instituciones que atienden distintas necesidades de diversos sectores y segmentos de la población. Nuestro foco es lograr que las instituciones asociadas a Laureate se transformen en universidades de calidad, con proyectos educativos sólidos y de largo plazo.

En Chile se prohíbe el lucro en las universidades. ¿Qué le parece esta legislación?

Conocemos la normativa y siempre la hemos respetado. Las universidades de Laureate han actuado en base a la normativa vigente, por lo tanto, sus excedentes se reinvierten en fortalecer cada proyecto institucional. Para nosotros este tema no es una complicación, al contrario, es nuestro interés reinvertir y fortalecer los proyectos, elevando su calidad educativa y mejorando la experiencia universitaria de sus alumnos.

En base a su experiencia en otros países, ¿piensa que debería existir esta prohibición?

No nos corresponde opinar de los distintos países donde participamos, sólo nos corresponde cumplir con la ley local. Respecto de Chile, no deja de desconcertarnos que, a pesar de haber entrado como inversionista extranjero, autorizados por el Comité de Inversiones Extranjeras, transparentando toda la actividad, hoy se nos pretenda cuestionar. Creemos que todos los países tienen derecho a replantearse su sistema educacional, pero respetando a quienes se incorporaron cuando existían miradas distintas y han cumplido con la ley.

El movimiento estudiantil ha puesto el tema del lucro en el tapete y hoy incluso se le asimila a mala calidad. ¿Cómo evalúa usted este escenario?

Considero que el conflicto se genera porque la norma no define qué es lucro, lo cual abre la puerta a múltiples interpretaciones. La ley establece que las universidades son corporaciones sin fines de lucro y que éstas no pueden retirar los excedentes, sino reinvertirlos. Es por ello que estimamos urgente la creación de una Superintendencia de Educación Superior que fiscalice que se cumpla la ley y con el proyecto educativo.

En los últimos días se ha sabido de transferencias de recursos por parte de las U. de las Américas y U. Andrés Bello al grupo Laureate. ¿A qué corresponden esas transferencias?

Toda la información financiera es absolutamente pública desde hace mucho tiempo y siempre ha estado disponible en los portales de transparencia de cada plantel. Además, tal como lo dispone la normativa, esa información es enviada anualmente al Ministerio de Educación. En segundo lugar y, contrariamente a lo que se ha informado, Laureate ha entregado en forma oportuna la información requerida por la fiscalía frente a este tema, ya que entendemos que es en nuestro beneficio que esto se resuelva y se dé a conocer públicamente. Laureate siempre ha actuado con absoluta transparencia.

En las últimas semanas, la Udla perdió su acreditación y la U. Andrés Bello pasó de cinco a cuatro años de acreditación. ¿Cómo se explica esto?

Son casos diametralmente distintos. En el caso de Udla, la CNA no reconoció los avances respecto de su proceso anterior de acreditación y es eso lo que queremos que se reconozca. No puede ser que una institución se someta a tres procesos de acreditación, la CNA le recomiende el camino a seguir en cada uno y, luego, sin aviso previo, se le diga que ese no era el camino, privándole de la certificación por considerar, con un criterio totalmente distinto y nuevo, que no lo está haciendo bien. Las instituciones estatales no pueden desentenderse de lo obrado con anterioridad, porque compromete los estados de certezas mínimas.

¿Y en el caso de la Unab?

Allí nos sorprende que le hayan otorgado cuatro años, ya que ha evidenciado mejoras sustanciales, según sostiene el informe de pares, y también es candidata a la acreditación internacional por la Middle States Commission on Higher Education, una de las agencias acreditadoras internacionales más importantes en esta materia.

¿En qué escenario los deja esta situación?

En el caso puntual de la Udla aún no está perdida su acreditación, ya que la institución está apelando al Consejo Nacional de Educación y el recurso fue declarado admisible. En esta oportunidad, Udla tiene la posibilidad de dar a conocer sus argumentos a los consejeros, por lo que estoy convencido de que la institución logrará transmitir los avances que ha logrado en materia de aseguramiento de la calidad en los últimos tres años.

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