El empresario coreano que convirtió a Doite en la marca líder de outdoor en Chile

<P>Muchos creen que es extranjera. Obra del empresario coreano Francisco Chung, quien llegó a estudiar a la Usach en 1980, es la más diversificada y líder del mercado en el país. </P>




Llegó a Chile en 1980 cuando la colonia coreana era incipiente. Hablaba algo de castellano, pero con la ayuda de sus compañeros y profesores de la Usach sacó la carrera de administración de empresas.

Quizás esa buena recepción lo decidió a nacionalizarse chileno y a echar raíces. La única razón para cruzar el mundo y aterrizar en un país tan lejano -cuenta Francisco Chung- fue la recomendación del embajador de Corea en Chile, amigo de su padre.

Su primer contacto con las carpas no fue en Corea, donde es habitual salir de campamento, sino en la importadora de un compatriota donde trabajó cinco años en paralelo con sus clases. Uno de los muchos productos que traía eran carpas.

Empezó a salir de camping con sus amigos de la Usach a Rapel, Aculeo y el Cajón del Maipo y observó lo poco sofisticado y funcional del equipamiento. Como siempre le gustó el diseño, fue registrando qué faltaba y cómo mejorarlo.

"No podía mirar el cielo y una de las primeras cosas que hice fue una ventanita de PVC en el techo que se pudiera levantar y cerrar". Otro invento fue el saco de dormir matrimonial. "No existía en el mercado, ni siquiera en Corea. Aquí el concepto de camping es familiar".

El empuje y la capacidad de adelantarse a la demanda convirtieron a su empresa en la más diversificada del rubro en Chile. "Tenemos dos mil productos y la mayor participación con un 25% del mercado", dice en la casa matriz en Quilicura.

Sus primeros pasos empresariales los dio en sociedad con el importador coreano, autor del nombre. "Me contó que estaba pensando en una marca para las carpas, en algo equivalente a te doy, te doy y terminó en Doite".

Cuando el socio se retiró, enfrentó la crisis del 85. "Tuve la tentación de irme, estaba solo", pero se quedó y se casó con la oftalmóloga de padres coreanos, Clara Park, con quien tiene dos hijos.

Carpa, saco y asados

Está consciente de que muchos no saben que la marca es chilena, aunque aclara que los productos vienen hechos de Corea y Japón, previo envío de los diseños. "No hay materia prima ni aquí ni en Latinoamérica".

Retrocede a los 80 y recuerda que una carpa, un par de sacos de dormir y los asados eran sinónimo de camping. "Lo máximo era salir de pesca". Las mochilas que se importaban eran para montañistas, por lo que diseñó modelos de viaje para gente común y corriente. Es lo que denomina "productos amigables".

Carpas bajas para lugares con viento; altas para zonas templadas; livianas, resistentes y fáciles de armar con varillas de aluminio para la montaña. Su línea de vestuario -creada hace seis años- "es impermeable, antiolor, ya que no se puede lavar a diario, antibacteria y anti rayos UV para los montañistas". Y se apresta a lanzar una línea de ropa -más colorida y ajustada- y de mochilas para mujeres. No hay cosa que no tenga: bandeja para huevos, ollas, baños químicos, linternas que se llevan en la cabeza. Todo lo cual representa el 65% de sus ventas. La ropa completa la torta que suma US$ 15 millones anuales.

Cuenta con cinco locales y una sexta por abrir en Parque Arauco. Está en multitiendas y homecenters. En Argentina, Perú y Uruguay es número uno de outdoors. Sus otros destinos son Noruega, Nueva Zelanda y Paraguay.

A los 53 años no para de pensar en nuevos diseños. A pesar del éxito, dice, "no sé porqué me gustó el rubro".

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