El Salón de Sao Paulo augura un mercado de camiones más limpio
<P>La entrada de la norma Euro 5 y el anuncio de millonarias inversiones para aumentar la producción marcaron la tónica de la 18a versión de la Feria del Transporte de Brasil.</P>
Si hay una palabra que describe la 18a edición de la Feria del Transporte de Sao Paulo (Fenatran), la mayor muestra de camiones de Latinoamérica y una de las más grandes del mundo, es colosal. Y es que el evento celebrado esta semana en la capital paulista contó con más de 365 expositores, dispersos en confortables showrooms, en un amplio espacio de exhibición de 100.000 metros cuadrados.
Todo ello se entiende por el gran momento que vive el mercado local. Brasil muestra una economía fuerte y una producción automotriz que a septiembre suma 2,6 millones de unidades. Asimismo, la fabricación de camiones y buses ha aumentado este año un 12,8%, para 193.615 unidades totales, de las cuales 25 mil fueron destinadas a exportación, un 20% de ellas a Chile.
De esta forma, Brasil se consolida como mayor proveedor de vehículos de transporte para Latinoamérica y deja a Fenatran como la principal ventana de exhibición para los nuevos modelos que dominarán la industria regional del futuro.
Fenatran marcó un hito este año, al presentar nuevos modelos que integran potenciados motores y tecnologías para hacerlos más eficientes y menos contaminantes.
A partir de enero próximo, todos los vehículos pesados y comerciales livianos fabricados en Brasil deben cumplir con una norma más exigente llamada Proconve P7, equivalente a la europea Euro 5.
Prácticamente todas las marcas han utilizado las tecnologías EGR y SCR. La primera se basa en un sistema de recirculación de gases para volver a quemarlos en la cámara de combustión, mientras que la segunda reduce las partículas a partir del uso de un agente químico, denominado ARLA32, conocido en Chile como urea.
Ambas logran respecto de la Euro 3 una reducción en torno al 87% en óxidos nitrosos y más del 93% en material particulado. Si embargo, este cambio implica un aumento de precios de hasta un 15%.
En Fenatran, los fabricantes presentaron su elección por una u otra tecnología, mientras que descubrieron modelos híbridos y motores potenciados y más eficientes, para compensar el incremento en el valor de los vehículos.
Mientras Mercedes-Benz incorporó la tecnología BlueTec5 en toda su línea, MAN mostró el Volkswagen Constellation híbido, que funciona con diésel y etanol. Scania, en tanto, destapó una nueva generación de motores de nueve y 13 litros, que traen 20 Hp más que sus bloques actuales, y presentó su primer camión movido exclusivamente por etanol, el P270, que ofrece 270 Hp y 1.200 Nm, y que rebaja las emisiones de CO2 en un 90%.
Volvo también aumentó la potencia en su gama, mientras que para abastecer a otros mercados, las marcas aseguraron la producción de motorizaciones Euro 4 (para Chile) y Euro 3 (Argentina).
El buen momento por el que pasa Brasil se vio reflejado también en el anuncio de generosas inversiones para ampliar la capacidad de producción de las marcas y para desarrollar nuevas tecnologías y modelos, que sumadas alcanzan unos 2.893 millones de dólares.
Mercedes-Benz, por ejemplo, anunció la ampliación de su línea productiva por unos US$ 870 millones, mientras que MAN invertirá unos US$ 580 millones para producir sus propios camiones en las fábricas compradas a Volkswagen.
Por su parte, Ford adelantó una inyección de US$ 257 millones hasta 2015 para la fabricación de su primer camión del segmento extrapesado, y que se convertirá en un proyecto global para su línea Cargo. Las mismas intenciones tiene International Navistar con el AeroStar, por ahora un conceptual que está desarrollando en conjunto con ingenieros brasileños y estadounidenses, para que se convierta en una plataforma global.
Las buenas noticias para el mercado de camiones se vieron coronadas por el anuncio del fabricante holandés DAF. de construir su tercera planta de producción dentro del país, la que comenzará a levantarse el próximo año y estará operativa el primer semetre de 2013, a un costo de US$ 200 millones.
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