El secreto para degustar un buen plato está en las cucharas

<P>Que sean de acero inoxidable o cobre modifica radicalmente el sabor de una comida. Así lo prueban tres años de experimentos en Inglaterra. </P>




L OS grandes almuerzos familiares de fin de semana y las múltiples salidas a restaurantes nos han enseñado que hay múltiples factores que pueden alterar la forma en que apreciamos una buena comida. El uso de especias más o menos picantes puede ser vital para disfrutar de una buena sopa, mientras la temperatura hace una gran diferencia en el sabor de una pizza y la degustación de carne o pescado se altera radicalmente si se acompaña con vino blanco o tinto.

Incluso, algunos comensales más avezados suelen asegurar que el uso de un vaso de vidrio o uno de plástico modifica el gusto que tiene una cerveza o un trago más sofisticado. Ahora surge otro factor que los anfitriones deben considerar a la hora de preparar la cena perfecta: el material con el que están fabricados los cubiertos que se van a utilizar.

Luego de tres años de experimentos, investigadores ingleses lograron determinar que las personas son capaces, por ejemplo, de distinguir los sabores de diferentes metales en las cucharas que usan, lo que a su vez altera la percepción de los sabores de las comidas. Los estudios realizados por la doctora en materiales Zoe Laughlin y el ingeniero Mark Miodownik, ambos del University College de Londres, también han revelado que algunos metales son más apropiados para disfrutar ciertos alimentos: por ejemplo, los cubiertos hechos de cobre hacen resaltar el sabor de una fruta como el mango, mientras aquellos recubiertos con zinc empeoran el bacalao.

Los especialistas aseguran que el intenso sabor metálico del cobre de alguna forma armoniza con el sabor agridulce de una fruta como el mango. "Con alimentos como el mango o el tamarindo, realmente estás saboreando el metal, porque el ingrediente ácido de la fruta saca una porción microscópica de la superficie del cubierto", dijo Laughlin al diario Financial Times.

En una reciente degustación de comida india organizada en Londres, comensales invitados por los expertos calificaron las propiedades de varios cubiertos de metal. Por ejemplo, los fabricados de cobre fueron calificados de enérgicos y con fuerte sabor metálico, mientras que los de plata recibieron el apelativo de "insípidos" y los de acero inoxidable mostraron un ligero sabor metálico que tiende a pasar inadvertido.

Miodownik aseguró a Financial Times que, al comer, la gente no sólo saborea los cubiertos, sino que en realidad los está comiendo: "En cada lamedura estamos consumiendo unos cien mil millones de átomos". Los expertos también afirman que el metal de una cuchara o un tenedor puede afectar la percepción de la amargura y dulzura de una sopa.

Los estudios siguen la línea de otras investigaciones sobre cómo la comida puede ser una experiencia multisensorial. Charles Spence, sicólogo experimental de la U. de Oxford y colaborador de Laughlin y Miodownik, ha realizado investigaciones que muestran cómo ejecutar sonidos crujientes mientras la gente come hace que un alimento sea percibido efectivamente como más crujiente, y que aumentar el peso de una cuchara hace que la comida que porta tenga un mejor sabor y sea más llenadora.

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