El tronco más patriótico de Santiago
<P>Antes de la Batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, José de San Martín se trepó a un eucalipto con un catalejo para espiar a los realistas. El tronco aún se conserva en la ex chacra de Ochagavía, hoy Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda, casona de adobe gravemente dañada por el terremoto de 2010. </P>
En el principio hubo un árbol. El 5 de abril de 1818, José de San Martín, antes de la Batalla de Maipú, se trepó a un eucalipto de la Hacienda de Ochagavía para espiar con su catalejo al ejército realista que estaba en Lo Espejo. La noche anterior a la batalla, San Martín alojó en la casona de la chacra (actual edificio de la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda), junto con las tropas criollas. Aunque el patriótico árbol tuvo que ser cortado debido a su tamaño, durante el pasado Día del Patrimonio los vecinos se disfrazaron de San Martín y Bernardo O`Higgins. Todo para conmemorar el hecho histórico alrededor de los restos del tronco de cuatro metros de ancho.
Para los residentes del lugar, lo más importante es que en una de las habitaciones de la casona durmió el general San Martín y que ahí se prepararon las tropas patriotas antes de la batalla que definió la Independencia de Chile. Todavía también recuerdan el viejo eucalipto de gran talla que, aseguran, guarda bajo su corteza plomos realistas dirigidos a los soldados chilenos parapetados tras él. "No creo en fantasmas, pero dicen que en las noches se pasea una dama de blanco por la casona y que en lo alto suena una campana, aunque hoy no hay ninguna", añade la vecina Edith Fernández. "Dentro del tronco hay un duende que si se le dejan dulces cumple deseos, pero yo nunca lo he visto", agrega. Luis Santibáñez, otro vecino, replica de inmediato: "Dicen que en la casona hay un túnel que termina en la Casa de la Cultura de San Miguel. Hoy está tapado".
El árbol dejó huella en los vecinos, asegura la alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda, Claudina Núñez: "El tronco es como el alma de la comuna, al igual que la casona que tras el terremoto resultó dañada gravemente. Estamos postulando a un fondo del BID a través del gobierno regional para un estudio que entregará las pautas para su conservación. Pero este edificio, que es Monumento Histórico desde 1995, no puede seguir esperando. La idea es transformarlo en una biblioteca municipal, un gran anhelo de los vecinos de la comuna".
Después de oír estos relatos, de recorrer los pasillos de la casa y de tocar el tronco del eucalipto, es fácil imaginar la bulliciosa vida diaria del siglo XIX en esa casona, hoy clausurada al ser considerada inhabitable tras el 27 de febrero de 2010. Es factible fantasear con las carretas cargando y descargando en las bodegas de la familia viñatera Ochagavía o con el caballo del patrón bebiendo de la pileta. No es necesario tener mucha imaginación para escuchar los ecos de zamacuecas, polcas y mazurcas endulzadas con mistelas y sabrosos mostos, al caminar en medio de esas salas de muros de adobe. Símbolos de la arquitectura colonial criolla, todavía persisten sus corredores abiertos y gruesas puertas y ventanas de pino oregón con rejas forjadas.
Según un estudio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, fue en el fundo Ochagavía donde estuvieron acantonadas las tropas patriotas durante los cinco días anteriores a la Batalla de Maipú. En esa casa se reunió el estado mayor criollo a trazar los planes de ataque y los movimientos de las tropas. Es decir, la Batalla de Maipú se gestó y se inició en esos terrenos.
A la muerte de Silvestre Martínez de Ochagavía, ocurrida en 1840, el fundo se dividió entre los herederos. La parte norte pasó a poder de su hijo Silvestre Ochagavía, que se mantuvo con sus plantaciones de vides francesas sin grandes modificaciones hasta 1934.
Sólo en 1957 la abandonada casa patronal y parte del antiguo parque que la rodeaba fueron vendidas a la Municipalidad de San Miguel, cuando era alcalde Julio Palestro Rojas. El edil pensaba construir en esa edificación un Museo de la Independencia, que se convertiría en un hito de la comuna, al nivel del Templo Votivo para Maipú.
La idea era que San Miguel compitiera con su vecina comuna de Maipú en importancia histórica. Sin embargo, la escasez de fondos diluyó el proyecto.
Sólo en 1993, la casa patronal ubicada a unas cuadras de la Autopista Central (antiguo Camino de Ochagavía) se convirtió en la sede de la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda, creada en 1981 en terrenos de San Miguel. Hoy, la casa sufre una lenta agonía que se agravará fatalmente mientras la comuna no disponga de los fondos necesarios para restaurarla.
En paralelo, en los años 80 se cortó el añoso árbol de la ex hacienda para evitar accidentes: podía caer sobre los tejados de las poblaciones que se construyeron en la zona de la antigua chacra. Hoy, el tronco del otrora árbol se mantiene incólume como uno de los iconos de la comuna, y ahí seguirá, custodio de las vidas de los actuales vecinos y de los que vendrán.
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