"En Espías del Amor hay una realidad brutal que se va desplegando en pantalla"

<P>El creador de <I>Vértigo</I> y quien ha dirigido también el Festival de Viña del Mar, repasa el éxito del docureality de Chilevisión.</P>




La idea se presentó en noviembre del año pasado en Chilevisión y en febrero se grabó el piloto junto con un análisis de audiencias que arrojó un dato llamativo: el público más adulto se interesaba por el formato de amor por internet tanto como los jóvenes. Decían que lo verían junto con sus hijos -o nietos- para que aprendieran a cuidarse, para resguardarlos. Espías del amor prometía no sólo ser un espacio para jóvenes. "Siento que llega en el momento indicado, probablemente el tema internet ha llegado a una madurez. Quizás cinco años atrás hubiese sido más de nicho, realmente sólo para jóvenes. Hoy la gente mayor no lo usa tanto, pero sabe de qué se trata y le interesa", dice el hombre detrás de Espías del amor, su productor ejecutivo, Juan Pablo González, quien ha dirigido el Festival de Viña del Mar, y programas como Vértigo y Fiebre de baile; y para quien el programa habla de la sociedad, y de los chilenos.

Hoy, el espacio que realiza seguimiento a relaciones amorosas virtuales e indaga en las trampas tras una pantalla, es uno de los más vistos en la televisión abierta, marcando 19,8 puntos promedio en sus primeras tres emisiones y siendo Trending Topic mundial. Razón por la que, la semana pasada, desarrolladores de la licencia original, Catfish de MTV, vinieron desde Miami y Río de Janeiro para ver cómo la versión chilena ha obtenido estos resultados. "Le llamaba la atención los buenos resultados porque nunca se había hecho en televisión abierta. Nosotros usamos nuestra experiencia sobre un formato muy atractivo".

¿Hubiese sido un problema hacer un programa idéntico a la licencia extranjera?

Creo que tal cual hubiera sido mucho menos competitivo. La gente hoy está acostumbrada, a excepción de las teleseries turcas que tienen su ritmo y sus encantos, a más velocidad. Nosotros tenemos que hacer algo cautivante y que pase algo siempre para que la gente no se arranque. Lo hicimos lo más competitivo posible y nuestra intuición no falló.

¿Cómo diferenciarse de los otros docurealities que están al aire?

Acá, no hay manipulación de nada y esa verdad, cuando abrimos la puerta, traspasa la pantalla, a diferencia de otros docurealities. Por ejemplo, si uno ve The Switch, ve algo más preparado, más armado. Aquí hay una realidad brutal que se va desplegando en pantalla. Para empezar a hacer la búsqueda reconozco que le dimos un código de Manos al fuego y Alerta Máxima. En Manos al fuego, su pareja expone al otro a una tentación y ve la realidad brutal porque hay cámaras escondidas. No está actuando, no finge. No hay ninguna pose. Rescatamos ese código, que es un poco de un docu 2.0. Es sin manipulación y una vuelta de tuerca a los doscurrealities.

A su juicio, entonces, los docurrealities tienen mucho rato más en televisión...

Tienen para harto rato más, pero como todos los formatos. Pensando en The Switch, de Mega, ese es un estelar con docureality. Una combinación. Cada formato tiene para rato y tiene que ver con la capacidad de los realizadores de reinventarlo. Una cosa que funciona es buscar mundos distintos y contarlos. El de nosostros es el amor en red, y tuvimos la sintonía de entender lo que le interesa a la gente. O lo que pasa con el mundo de los transformistas (The Switch), o con el mundo de la cocina (MasterChef).

¿Le complica que estos programas son llamados "televisión basura"?

Yo no lo siento como un programa basura. Por ahí hubo un tuiteo a propósito de que competimos con Happy Together, de TVN y dijeron que ahí sí hay contenido. Siento que nuestro programa muestra un tremendo contenido y reflexión posterior: la forma de relacionarse de las personas, la fragilidad humana, la necesidad de sentirse querido. Uno no tiene que menospreciar, porque estamos mostrando realidades. Pensar que Happy Together intenta mostrar la realidad de una pareja gay y están por los 5 puntos; nosotros por los 20. Creo que estamos mostrando una realidad mucho más masiva entonces, y tan interesante como las de ellos.

Hoy compiten con un partido de clasificatorias mundialistas y una nueva teleserie turca (Karadayi) con Mega, ese juego programático no es al azar...

No, a Mega no se le va una. Pero eso habla bien de nosostros. Quiere decir que están interesados en competirnos, en no dejar que crezcamos más y que somos un producto que les importa. Es duro para uno, pero bueno para la competencia. Para mí es un halago.

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