En una noche para el olvido, Católica supo sacar ventaja
<P>El partido más esperado de las semifinales terminó siendo una desilusión. En un pobre 0-0 entre Universidad Católica y Unión Española, los cruzados quedaron con la primera opción de clasificar: cualquier empate diferente al de ayer le sirve para seguir en carrera.</P>
A mediados del segundo tiempo, Marco Antonio Figueroa reclamó un cobro en contra de Claudio Puga, girando hacia la banca y tapándose el rostro con una toalla. Con el gesto expresó la vergüenza que le daba el cometido del juez, que hasta ese minuto tenía una correcta actuación.
Justamente, este mismo gesto podrían haber realizado los más de diez mil hinchas que asistieron anoche al Estadio Nacional, por el paupérrimo espectáculo que dieron Universidad Católica y Unión Española.
Ambos equipos prometieron mucho en la previa, ampliando las expectativas sobre esta llave. Más aún con el excelente rendimiento que mostraron ambos en la primera fase de los playoffs. Pero no. Cruzados e hispanos entregaron muy poco en el recinto ñuñoíno, quedando en deuda con el pobre 0-0 con que finalizó el partido.
¿Quién es el más favorecido por el empate? Sin dudas que la UC. El haber mantenido su arco en cero, le entrega una pequeña ventaja para el duelo en el Santa Laura: cualquiera igualdad diferente al 0-0 le da la clasificación, lo mismo que el triunfo.
Mejor Católica pero...
El comienzo del partido prometió mucho. Sobre todo por el planteamiento de Unión que salió a dominar todos los espacios. Y eso lo sintió la Católica, que en los primeros 10 minutos aguantó los desordenados embates de los rojos. Pero el dominio de los visitantes no duró más, pues la UC se afirmó principalmente por el control que ejerció en el mediocampo a través de Gary Medel y Jorge Ormeño.
Los movimientos exagerados de Luis Hernán Carvallo y las constantes instrucciones del "Fantasma" eran el fiel reflejo de lo que pasaba en el campo de juego. Ninguno de los dos equipos llegaba con peligro al área rival, arrimándose solamente con pelotazos largos para que los delanteros se las arreglaran como pudiesen.
Para ser justos, la UC mereció irse en ventaja al entretiempo. De hecho, si no hubiese sido por Jaison Ibarrola, que falló en la definición en plena área chica tras un centro de Luis Núñez, los cruzados hubiesen celebrado. En todo caso, eso fue lo único rescatable en llegadas de ambas escuadras.
Lo peor, es que la segunda fracción no fue mejor. Si bien es cierto que los cruzados tuvieron el control del balón y obligaron a Unión a defenderse con dos líneas de cuatro, generaron muy pocas ocasiones de peligro. Salvo tiros de media distancia, jamás inquietaron. Y para qué hablar de los hispanos, que sólo llegaron en una ocasión, con un cabezazo de Gustavo Canales.
Al final pudo haber cambiado la suerte de la UC con un penal de Jorge Ampuero en contra de Matías Rubio, que Puga no sancionó. Pudo haber sido el desnivel, pero lo concreto es que ambos quedaron en deuda.
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