En una pareja, el hombre adopta un nuevo look... sí o sí
<P>Una transformación radical del estilo de vestir y hábitos alimentarios más sanos. Según una encuesta, siete de cada 10 mujeres imponen estas transformaciones en sus parejas.</P>
CUANDO la actriz y modelo Elizabeth Hurley conoció a su actual novio, Shane Warne, este ex deportista australiano era famoso por haber sido uno de los mejores exponentes del crícket de todos los tiempos. Sin embargo, su apariencia dejaba bastante que desear: exhibía un notorio sobrepeso, su pelo teñido estaba bastante descuidado y sus atuendos no eran demasiado sofisticados.
Un look que cambió radicalmente gracias a la influencia de la estrella británica, quien lo hizo hacer dieta, cortarse el pelo con un reconocido estilista y, además, modificó su estilo de vestir. Warne había pasado de parecer un ex deportista en retiro más a un metrosexual. Todo gracias a una transformación de su apariencia que los ingleses bautizaron "hacer una Liz Hurley" y que una encuesta evidenció como un fenómeno que se hace cada vez más común.
El sondeo realizado por el fabricante de hojas de afeitar Wilkinson Sword abarcó a 2.000 mujeres y determinó que siete de cada 10 han sometido a sus parejas a un cambio de imagen, alterando desde su clóset hasta sus hábitos alimentarios. Además, 25% afirmó que requirió apenas dos semanas para lograr que su pareja adoptara sus nuevas conductas.
Jason Shankey, consultor en estilo de Wilkinson Sword, dijo al diario Daily Mail, que el "efecto Shane Warne" se "está haciendo cada vez más común y que muchas mujeres están intentando replicar lo hecho por Elizabeth Hurley". Las encuestadas señalaron que su primera prioridad al modificar los hábitos de los hombres es lograr que se vistan bien, luego que se afeiten de forma regular, que tengan un buen corte de pelo, que remuevan los vellos de nariz y oídos y, finalmente, que tengan mejor tino al elegir zapatos.
A la hora de implementar estos cambios, el estilo de tácticas usadas se divide en partes iguales. Mientras un tercio señaló que sugiere "sutilmente" la adopción de nuevas costumbres, otro tercio lo hace "furtivamente". Un último tercio le deja claro a su pareja que tiene que haber cambios.
Los cambios que ellas quieren imponer van más allá de lo meramente estético, ya que una de 10 ha persuadido a sus parejas para que usen pasta de dientes blanqueadora. Algo similar ocurre con la comida: 51% dijo que logró cambiar la dieta de su pareja y que ahora come más sano.
Sobre la motivación tras este afán de cambiar los hábitos del hombre, la sicoterapeuta inglesa Marisa Peer explicó al portal web MSN que ellas "intentan mejorar a sus hombres para aumentar su propia estima. Todos sabemos que las mujeres se juzgan entre sí según su ropa, estilo y apariencia, pero también evalúan de la misma forma a los novios. Cuando las mujeres cambian la apariencia de sus hombres, los hacen parecer como una presa más valiosa; al elevar su atractivo, también incrementan su propio valor".
Esto explica por qué 32% de las encuestadas alienta a sus parejas a ahorrar dinero en lugar de llegar con lo justo a fin de mes. Además, 25% logra que ellos expresen de forma más abierta sus pensamientos y emociones.
Incluso, en el lugar 16 de la lista de cosas que las mujeres cambian en los hombres está el lograr que llamen a su familia más a menudo y que pasen más tiempo con sus madres.
¿Qué ocurre cuando el hombre no se muestra muy dispuesto a aplicar todos estos cambios? Mientras Peer aconseja preguntarle directamente a la mujer por qué quiere una transformación y escuchar su respuesta con atención, el sicólogo estadounidense Gian Gonzaga señaló a MSN que es clave que el proceso se haga con tacto.
"Las parejas también necesitan aprender a aceptar los defectos del otro, porque a largo plazo intentar cambios a toda costa puede ser contraproducente. Si te obsesionas por cambiar lo que te desagrada, es probable que termines decepcionándote", señala.
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