Estudio dice que es imposible recuperar ADN de dinosaurios
<P>Científicos australianos cifraron en 6,8 millones de años la cantidad máxima que permanece información genética en restos.</P>
En Nueva Zelandia, al norte de Canterbury, habitaban unas aves gigantes no voladoras llamadas moas, que se extinguieron hace 500 millones de años. Según un grupo de científicos australianos, aun cuando se consigan muestras de ADN sería imposible revivir a este tipo de aves, incluso a dinosaurios, mamuts y cualquier otra especie que tenga más de 6,8 millones de años.
Es que de acuerdo a un nuevo estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B., el ADN no sobrevive más de esa cantidad de años, por lo que intentar extraer material genético de una muestra con estas características es inútil. "Hemos estado permanentemente afligidos por el mito creado por 'Parque Jurásico' (el filme de Steven Spielberg) desde principios de 1990", dijo Michael Bunce, uno de los científicos que participó en el estudio al Sydney Morning Herald.
No fueron pocos los que a propósito de esta película creyeron que en algún momento la ciencia podría llevar a la realidad la extracción de sangre de dinosaurios desde mosquitos conservados en ámbar por miles de años, y a partir de ellos reconstruir la información genética de estos animales extintos hace 65 millones de años.
Bunce y su equipo revisaron muestras de ADN de 158 moas que se habían descubierto con anterioridad y estudiaron el período de supervivencia de esta información genética. El ADN se redujo a la mitad en un período de 521 años, cuando se conservaron a una temperatura de 13,1 ºC.
Con esta información y haciendo cruce con otros datos, como la variación de temperatura, pudieron conocer cómo se comportaría la preservación del ADN en ambiente gélido y en otro más templado. Así llegaron a la conclusión de que el ADN no permanece en los restos óseos más allá de 6,8 millones de años, cuando se conservan a -5º C. Distinto es el caso de una muestra ósea de no más de un millón de años. En este caso, si se ha conservado en frío, es posible "hacer algo con ellos".
En la investigación también se plantea que existen otras dificultades para extraer ADN desde insectos, porque éstos tienden a desintegrarse y, además, no siempre está completa la información genética.
David Rubilar, jefe del Area de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural, dice que la información genética que se conoce de los dinosaurios son fragmentos incompletos que sirven para establecer una relación con otras especies, como aves y cocodrilos, y saber a cuál de ellos es más próximo. "El ADN tiene caducidad que está dada por la contaminación que pueda tener y las condiciones especiales en las que se encontró ese resto", dijo. En todo caso, lo que se puede llegar a preservar de especies con este grado de antigüedad no deja de ser importante, porque más allá de buscar "resucitar" una especie, lo que se hace es ubicarla en la historia evolutiva.
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