Estudio dice que Ramsés III, el último gran faraón egipcio, murió degollado
Ramsés III, segundo faraón de la dinastía XX y que reinó Egipto entre 1186 y 1155 a. C., sufrió una conspiración encabezada por Tiye, su segunda esposa, y su hijo, el príncipe Pentawere, para heredar el trono sobre los otros hijos del gobernante.
Aunque se sospecha que ambos participaron en su muerte, esta nunca fue totalmente esclarecida.
Pero ahora Albert Zink, del Instituto de Momias y el Hombre de Hielo (Italia), asegura que el faraón murió de un corte en el cuello.
Tomografías computarizadas a las que fue sometida la momia revelaron una ancha y profunda herida en la garganta, probablemente causada por un cuchillo, corte que le habría causado una muerte instantánea. También se halló en el interior de la herida un amuleto del dios Horus, probablemente introducido en su momificación para curar la cicatriz.
Además, el análisis de E, una momia desconocida que descansa a su lado, en el Valle de los Reyes, reveló que tenía 18 o 20 años, y que marcas en su cuello sugieren que murió estrangulado. Su cuerpo no fue momificado en la forma habitual, lo que puede interpretarse como un castigo, pero, aun más importante, Zink cree que E sería Pentawere, pues el análisis de ADN reveló que tiene el mismo linaje de Ramsés III, lo que sugiere que eran padre e hijo.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.