Evitan que árboles frutales ensucien veredas

<P>Expertos rociaron los ciruelos de Providencia con hormonas vegetales para eliminar sus frutos. </P>




De un solo ciruelo se pueden obtener ocho kilos de fruto. Pero en la comuna de Providencia la fertilidad de este árbol no cae muy bien a sus vecinos por varios motivos: manchan las calles y los techos de los autos, aumenta la posibilidad de accidentes de vecinos por resbalones y atrae insectos.

La solución más rápida era eliminar o podar en extremo la especie llamada Prunus o ciruelo en flor. Sin embargo, la Dirección de Aseo y Ornato de Providencia decidió mantenerlos y encargó a los académicos de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica José Oltremari, Aída Baldini y Andrea Alvarado, un estudio para determinar cómo manejar esta especie. La respuesta fue experimentar con un tratamiento inédito en Chile, que consistía en rociar el follaje con hormonas vegetales y así evitar la formación del fruto.

Este experimento consiste en aplicar un spray sobre las hojas y flores durante el mes de septiembre. Para ello se usa de preferencia un producto llamado ácido giberélico. Tras la aplicación, hay que esperar a marzo para ver los efectos. Hasta el momento, los resultados han sido diversos: existen casos en los que un árbol que daba ocho kilos de ciruelas disminuyó a dos. "Nunca antes se había intentado este tipo de tratamientos, por eso hablamos de experimento. Tampoco tengo conocimiento de que sea haya hecho en otras comunas", señala Andrea Alvarado, del equipo de investigadores de la UC.

La mayoría de los vecinos no están enterados de la realización de este tratamiento, pero sí se han percatado de los resultados. En la calle Obispo Salas, del barrio conocido como el "Vaticano chico" (por la gran cantidad de nombres de obispos de sus calles), los ciruelos dan menos frutos . Sin embargo, los habitantes del sector consideran este hecho como algo fortuito.

Pero en esto no hay nada de azar. María Elena Suárez, inspectora del Servicio Forestal, señala que "hoy tratamos más de siete mil árboles de las especies Prunus, específicamente de Prunus cerasifera o ciruelo en flor".

Para cubrir la totalidad del arbolado comunal se demoran 15 días. Gracias a este trabajo, que comenzó el año 2008, el municipio reporta un 60% menos de reclamos de los vecinos, lo que para ellos es un indicador de que el experimento está funcionando.

Antes de la aplicación del plan, cada mes de marzo los vecinos de calles como Obispo Donoso, Monseñor Miller o Clovis Montero enviaban correos electrónicos o concurrían a hacer sus descargos a la Dirección de Aseo y Ornato de Providencia. La mayoría se quejaba de la suciedad que producían las ciruelas (dejaban una mancha parecida a la del vino tinto) y de accidentes graves que ocasionaban. Enrique Valdés, conserje por 30 años de varios edificios de la calle Arzobispo Vicuña, recuerda que hace unos cinco años una vecina del sector resbaló y se fracturó una pierna por culpa de la "mermelada" que se formaba en las veredas.

Pía Fabry, presidenta de la Junta de Vecinos de la Unidad Nº 14 -sector de Seminario-, dice con satisfacción que nota una gran reducción en la cantidad de frutos en las calles.

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