Expertos explican cómo funciona la mente de las personas celópatas

Molestarse o incomodarse porque nuestra pareja coquetea con otra persona es un acto normal que se explica porque se busca amor y atención exclusiva. Pero en algunas personas de personalidad insegura o de rasgos narcisistas, estos celos pueden transformarse en una enfermedad, un cuadro siquiátrico que puede desencadenar una verdadera tragedia en la que predomina un solo sentimiento: la rabia.

Carlos Cruz, psiquiatra y académico de la U. Andrés Bello, explica que la celopatía es un estado que va avanzando con el tiempo. "Primero, un miembro de la pareja puede comenzar restringiendo las salidas o la forma de vestir del otro, pero según continúe la relación puede decidir los amigos, el tipo de trabajo y hasta terminar queriendo que no salga de la casa por temor a que lo engañe o abandone", dice. En los casos más graves, en suicidio u homicidio.

Para Gonzalo Torrealba, sicólogo forense de la PDI, cuando los celos se acentúan, se empieza a dar un fenómeno denominado celotipia, que tiene como característica principal que el sujeto tiene el temor recurrente al abandono por parte de la pareja. "La celotipia tiende a generar conductas que son delirantes, circunstanciales y que pueden ser acompañadas con elementos malignos de la personalidad. Y pueden gatillar lo que se denomina el Síndrome de Medea, que tiene como característica principal el "filicidio", que es el homicidio de los hijos, que cae en una categoría distinta al parricidio, pues la idea principal es hacerle daño a la cónyuge", señala.

Daños a seres queridos

La inseguridad y el miedo que siente el celópata a ser traicionado hace que muchas veces interprete supuestas señales como signos evidentes del engaño y se cree historias que para él son reales. "El celópata entra en un estado sicótico y de delirio. Imagina cosas e interpreta la realidad a su manera", dice Cruz. A tanto puede llegar la rabia que siente por el engaño o la posibilidad de éste, que puede cometer actos tan irracionales como matar o dañar a sus propios seres queridos. Los actos de furia de una persona con este cuadro siquiátrico pueden llevarlo a atentar contra la vida de sus hijos, la persona amada, el tercero de la relación (si es que existe) o ellos mismos. Actos que pueden ser o no conscientes, dice Cruz. "Todo depende de cuánto criterio de la realidad tenga en el momento que actuó. En algunas oportunidades, en medio de una discusión pueden sentir tanta rabia que pueden golpear con algún objeto al ser amado y matarlo. En otras planifican todo", dijo. Este experto explica que lo que más ve son casos de hombres celópatas. "En general, son hombres, los que insertos en una sociedad machista no pueden aceptar que los abandonen. Es más, con los años, van rigidizando aún más su posición, porque tienen menos posibilidades de aceptar una traición y menos la vergüenza que eso supone", indica.