Felipe Didier: el mayor productor#de congelados para cóctel busca expandirse por medio de franquicias

Hace más de 10 años, con una trabajadora y casi sin recursos, Felipe Didier comenzó a fabricar productos únicos en su rubro: masas congeladas. Luego de vender sólo a un supermercado, decidió tener su propio local. Hoy factura $ 3.000 millones al año, elabora más de 40 productos y da empleo a 140 personas, incluida la misma trabajadora.




Mini versiones de pizzetas, de empanadas y de tiramisú es lo que hizo que Felipe Didier sea actualmente el mayor vendedor de productos de cóctel congelados del país. "Lo achicamos todo, desde las pizzas hasta las empanadas y las cheese burgers también", cuenta orgulloso, mientras saca de una caja de llamativos colores 12 pequeñas hamburguesas con pan y queso incluidos.

Con 15 años de historia en el negocio, sus productos -comercializados bajo la marca de su mismo nombre- han estado presentes en más de algún cóctel y sin darnos cuenta. Y es que con formatos elegantes, marcados con detalles que los hacen atractivos a la vista y sabrosos sabores ha logrado posicionar su producción que mensualmente tiene una venta de 140.000 cajas.

Con esta cifra se podría pensar que Felipe Didier es quien lidera el nicho de los productos congelados, pero quiere crecer. Con dos locales propios y a punto de abrir su quinta franquicia, Didier explica que están en la búsqueda de nuevos pequeños empresarios que quieran formar parte de esta "gran familia", que este año facturará $ 3.000 millones, $ 800 millones más de lo que facturó en 2008.

"Estamos produciendo al 100% de la capacidad de la planta", afirma y en mayo se trasladarán a una nueva fábrica de 2.000 metros cuadrados en Lo Campino, con capacidad para triplicar su producción y sus ventas. Esta fábrica les permitirá potenciar su línea de postres, que hoy corresponde a un 10% de la línea de sus productos, mientras que el 40% son las pastas y la otra mitad los productos de cóctel. También abrirán otros segmentos y explorarán nuevos nichos, como el de la comida saludable. "Siempre guardando el concepto de facilitar la vida", dice.

Hacia las regiones

Pero Didier también tiene otros planes y uno de los más importantes es enviar su producción a regiones.

"Hay acuerdos para abrir franquicias en regiones como la IV, V, y VI, pero aún estamos es proceso", explica. Y es que el empresario quiere mantener las fortalezas que le han permitido ser los favoritos en el rubro. "Nos toma un año aproximadamente desde que nos sentamos a conversar hasta que abrimos el local", precisa.

Didier recalca que lo más importante es la persona con la que harán el negocio: "No queremos un inversionista que venga y quiera abrir 10 locales. Queremos a pequeños empresarios, que tengan un pequeño historial y que estén dispuestos a invertir".

En la empresa nada queda al azar y pese a que la mayoría de los locales son franquicias, hay un supervisor que pasa diariamente por cada uno de ellos, cuidando cada detalle. Desde la temperatura de los productos hasta las flores naturales que decoran el local son atentamente seguidos. Además, cada franquiciador tiene la obligación de hacer un curso de servicio al cliente impartido por una universidad.

Respecto de la innovación de sus productos, Didier comenta que siempre están tratando de llevar a cabo una de las muchas ideas que se les viene a la cabeza, a él o a uno de los 140 empleados con los que trabaja en la fábrica. "La obligación de toda empresa es innovar y encontrar nichos que no existían hasta ese minuto. Es la única manera de que les vaya bien y crecer", aconseja.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.