Gobierno sospecha que incendio en Quillón fue intencional

<P>Fiscalía investiga presuntas amenazas de ataque incendiario que recibió<B> </B>la empresa Celulosa Arauco hace algunos días.</P>




Al visitar las zonas más afectadas por el incendio que afecta a la Región del Biobío y que lleva más de 28 mil hectáreas arrasadas por las llamas, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, sostuvo ayer que el origen del siniestro pudo ser intencional.

Luego de participar en una reunión de Comité Operativo de Emergencia de la Octava Región, el jefe de gabinete deslizó sus sospechas respecto del incendio que también destruyó una planta de la empresa Celulosa Arauco. "La probabilidad de que haya sido causado intencionalmente, desgraciadamente, no es una probabilidad que podamos descartar", sostuvo Hinzpeter.

Julio Contardo, fiscal jefe de la VIII Región, quien dispuso un equipo especial para el caso, dijo que el Ministerio Público investigará la versión de que la empresa recibió amenazas de ataques incendiarios hace días.

Ayuda a damnificados

El Ministerio de Vivienda abrió un registro para inscribir a las familias damnificadas por el siniestro. Anoche, la Intendencia del Biobío registraba 171 grupos que perdieron sus hogares, en las comunas de Quillón (115), Ránquil (48), Florida (6) y Quirihue (2). Para ellos, el gobierno dispondrá de un subsidio para adquirir una vivienda, que será construida en seis a nueve meses.

Según el titular de la cartera de Vivienda, Rodrigo Pérez, se invertirán $ 2.000 millones. "Dentro de las viviendas destruidas hay casas reconstruidas del terremoto. A esas familias se les dará una solución en el menor tiempo posible", comentó.

"Con baldes de agua estamos listos, pero si no hay, qué vamos a hacer", era la petición desesperada que ayer realizaba Lorenzo Villarroel, mientras el fuego amenaza con destruir 10 casas ubicadas en uno de los cerros del sector Santa Ana, donde el incendio ayer se hizo más intenso.

Los vecinos afectados se organizaron el martes, con palas y picotas, para realizar cortafuegos. Muchos de los afectados señalaron que los daños son parecidos a los que ocasionó el terremoto de 2010.

Hasta ayer eran 226 pequeños agricultores los afectados con la destrucción de 67 invernaderos, 640 animales, 125 hectáreas de cereales y otras 178 hectáreas de viñedos y frutales, pérdidas que superan los $ 500 millones. En este escenario, hasta anoche se analizaba la posibilidad de decretar zona de catástrofe agrícola en las cuatro comunas afectadas. El subsecretario de Agricultura, Alvaro Cruzat, explicó que "la declaración de zona de catástrofe en las cuatro comunas de la región permitirá destinar los recursos en forma eficiente y oportuna para acudir en su ayuda, así como de todos los habitantes de esas zonas".

Ayer, dos brigadas del Ejército y aviones brasileños se sumaron a las labores e intensificaron el combate de las llamas.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.