Ignacio Hernández sugiere... "La crisis Ninja y otros misterios de la economía actual"
<P>Executive manager de Page Personnel destaca la riqueza de contenidos y cercanía del lenguaje de este recuento de la crisis <I>subprime</I>, que condujo a la contracción de 2009.</P>
LE prestaría dinero usted a un Ninja? ¿No a un hábil agente encubierto japonés, sino que a un No Income, No Job, no Asset -alguien sin ingreso, sin trabajo y sin activos? Probablemente no, pues con dificultad vería el dinero de vuelta, pero es precisamente a ese segmento que los bancos estadounidenses le otorgaron créditos hipotecarios hasta por el 100% del valor de las viviendas durante la burbuja de ese mercado. El resultado fue la crisis subprime, de la que se enteró todo el mundo y cuyas reverberaciones se sienten hasta hoy.
El libro La crisis Ninja y otros misterios de la economía actual, del académico español Leopoldo Abadía, explica en forma acabada y comprensible cómo semejante fenómeno llegó a ser realidad.
"Se trata de un magnífico libro, que nos da una visión milimétrica de cómo sucedió todo, y te hace pensar en cómo se pudo permitir llegar a este punto, afectando, además, a tantos millones de personas que ignoraban el riesgo al que estaban expuestas", dice el también español Ignacio Hernández de la Torre, executive manager de Page Personnel, una de las empresas de la multinacional Michael Page, dedicada al reclutamiento de jóvenes talentos.
El libro, lanzado en 2009, es un superventas en España, donde Abadía -quien durante una generación fue profesor del prestigioso Instituto de Estudios Superiores de la Empresa, Iese- publicó un artículo en internet sobre los ninjas, que se hizo tan popular que derivó en el libro.
En él explica cómo a pesar de tratarse de ninjas "y en un arranque de optimismo y quizás de excesiva codicia, los bancos no sólo no les cortaron el crédito, sino que les ofrecieron hipotecas en muchos casos de más del 100% del valor de la vivienda a un elevado tipo de interés, para que además de la casa se pudieran comprar un auto, los muebles, pagarse las vacaciones, etc.", dice Hernández de la Torre.
En su momento, todo eso no se percibía como malo, relata, ya que al haber buenas perspectivas económicas, se presumía que los ninjas encontrarían trabajo pronto y que, con nuevos ingresos, podrían pagar sus deudas.
"Como la situación empeoró, se generó una espiral de impagos y una caída notable del mercado inmobiliario", dice.
La crisis Ninja afectó a todo el mundo, incluido al ciudadano precavido y seguro, que creía que tenía sus ahorros e inversiones en su banco de toda la vida, cuando en realidad un porcentaje de ellos formaba parte de la hipoteca subprime del Ninja de otro país.
"Recomiendo este libro por el profundo detalle que ofrece de cara a explicar la crisis mundial. Las explicaciones se basan en un lenguaje fácil de entender y proporciona lectura rica en contenido económico, pero al mismo tiempo muy llevadera y cómoda", dice Hernández de la Torre.
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