Juan Andrés Lagos: retrato de un comunista pragmático

<P><span style="text-transform:uppercase">[personaje]</span> Asesor de Interior y consultor "en comisión de servicio" del Ministerio de Educación, el dirigente comunista es el rostro visible en el gobierno de la crisis financiera que atraviesa Universidad Arcis, casa de estudios que fue controlada por el PC y cuyo directorio presidió. En la tienda lo señalan como un negociador formado lejos de la ortodoxia partidaria. </P>




Basta reconocerlo por los patios de La Moneda o en los conciliábulos del Partido Comunista, para encontrarle sentido a una observación de aparente superficialidad: "Puede parecer una frivolidad, pero mira cómo se viste; a veces usa pantalones de colores fuertes, una licencia que no suelen permitirse los comunistas viejos", señala bajo reserva una fuente del PC, para rematar: "Culturalmente, Juan Andrés es el menos comunista de los comunistas", agrega.

Lo anterior es parte de la percepción que se tiene de Lagos, asesor del Ministerio del Interior y de Educación en "comisión de servicio", secretario general del PC y rostro de la crisis financiera de la Universidad Arcis, de la que fue presidente del directorio hasta el año pasado.

Para entender el ethos ideológico de Lagos, en el comunismo suelen recalcar la militancia de origen del funcionario de gobierno; el Movimiento Activo Popular Unitario.

Según la cultura del comunismo criollo, quienes llegan a la alta dirigencia de la colectividad suelen haber comenzado su participación en el partido haciendo sus primeras armas de militancia en las Juventudes Comunistas, tal como el resto de los integrantes de la actual comisión política del PC. Sin embargo, los primeros pasos políticos de Lagos prescindieron de la emblemática "Jota" y sus distintivas camisas amaranto.

Ya a los 16 años, Lagos participaba en el Mapu, movimiento escindido de una facción de izquierda de la Democracia Cristiana a fines de los años 60, bajo el carismático liderazgo de Rodrigo Ambrosio. De formación periodista, a mediados de los 70 participó en agrupaciones opositoras al régimen militar: Coordinadora Cultural y Comisión chilena Pro Derechos Juveniles.

Con todo, a fines de la década, cuando se inició el complejo proceso de renovación del socialismo, Lagos abandonó el Mapu e ingresó a militar al Partido Comunista. Esto, con los años que siguen, lo acompañó con colaboraciones a las revistas opositoras a Augusto Pinochet; Apsi y Análisis, además del boletín de la Comisión de Derechos Humanos, entidad dirigida por el DC Jaime Castillo Velasco. Tiempo después asumiría la dirección de El Siglo, órgano oficial del PC donde, en los albores del retorno a la democracia, participa de un hito en el periodismo de los años de transición; en mayo de 1990, publica una nómina de 900 agentes de la CNI, lo que lo lleva a ser procesado y detenido por la justicia militar.

Con el retorno a la democracia y los primeros gobiernos de la Concertación, Lagos va adquiriendo responsabilidades de alto rango al interior de un Partido Comunista sumido en una actividad extraparlamentaria y fuera del arco de partidos de la Concertación. Así, de ser uno de los dirigentes más cercanos a la extinta líder del PC Gladys Marín, pasó a oficiar de Secretario de Organización, cargo conocido en la nomenclatura comunista como "El orgánico", que está al mando de la operatividad de la colectividad.

En medio del proceso de rearticulación de la oposición al gobierno de Sebastián Piñera, Lagos fue uno de los primeros, al interior de su partido, en defender la alianza del PC con el resto de las tiendas que cristalizarían la actual Nueva Mayoría. En este sentido, agregan dirigentes comunistas, Lagos también encabezó la tesis que sostenía apoyar formalmente, lo antes posible, a la entonces abanderada Michelle Bachelet. Por lo mismo, y en calidad de hombre de confianza del timonel PC, diputado Guillermo Teillier, encabezó las tratativas para ambas estrategias.

Dada la relación que estableció con Rodrigo Peñailillo en la campaña presidencial pasada, es llamado desde el Ministerio del Interior a sumarse al equipo de consultores que tienen como tarea adelantarse a posibles conflictos con el movimiento social. "Tienen una relación de mucha confianza", dicen fuentes de Interior sobre la relación de Lagos con el jefe de gabinete. Así las cosas, el dirigente comunista reporta su trabajo, principalmente, al propio Peñailillo. Junto a esto, Lagos es el comisionado partidario de establecer un constante diálogo con los comunistas que trabajan en el gobierno, cupos que Lagos negoció con el gobierno.

Hace algunas semanas, Ciper publicó detalles de cómo el Partido Comunista se hizo del control de la Universidad Arcis y la forma en que retiró su participación y capital de la casa de estudios a fines del año pasado, lo que motivó la conformación, por parte de la Alianza, de una comisión investigadora para aclarar una presunta "triangulación de recursos", de los fondos que recibió el establecimiento desde Venezuela. Pese a todo, Lagos -quien evitó referirse a este artículo-, aseguró en junio de este año a La Tercera: "La Arcis le debe mucho al PC, no se le puede culpar de su crisis".

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