Julio Blanck, columnista del diario argentino Clarín: "Es la mayor acción contra la división de poderes en 30 años de democracia"
¿Es o no exagerado decir, como lo hace la oposición, que esta reforma judicial es el "fin de la república"?
Me parece que es el avance (la acción) más fuerte que hemos tenido en 30 años de democracia contra la división de poderes. Las palabras de los políticos siempre suenan un poco tremendas, es su oficio. Pero, objetivamente, lo que hay es una acción muy fuerte en algunos de los proyectos de ley que diluyen mucho la división de poderes, que es el fundamento de la república.
¿Y qué parte de esta reforma es la que atenta contra esa división de poderes?
La que amplía el número de miembros del Consejo de la Magistratura -el organismo que selecciona y sanciona a los jueces- y los somete a la votación popular. Buena parte de los jueces de ese consejo van a ser elegidos en boletas de partidos políticos, con lo cual el que gana la elección gana los tres poderes. Así, la idea de los contrapoderes, de los equilibrios democráticos, que están contemplados en la Constitución, queda bastante desdibujada. Lo que hace es poner a un organismo clave en la administración de justicia bajo control político de una mayoría circunstancial.
¿Qué riesgos conlleva la ley que limita los recursos de amparo?
Eso implica que el gobierno va a tener muchas menos limitaciones para actuar. La medida cautelar es la que usó el Grupo Clarín para frenar la ley de medios, y la que usaron los jubilados que tratan que el gobierno les pague lo que establece la ley. Con esto se limita muchísimo la posibilidad de que los particulares y las empresas puedan reclamar a la justicia que una decisión del Estado no sea aplicada hasta que la justicia de fondo resuelve si corresponde o no.
¿Se pueden considerar algunas de las leyes de esta reforma como positivas?
El gobierno argentino tiene una enorme habilidad para proclamar buenos propósitos mientras hace otras cosas. Yo diría que esta es la primera vez en cuestiones de fondo que el gobierno argentino no consigue un solo voto de los partidos de la oposición acompañando sus iniciativas.
¿Esto implica el quiebre definitivo entre gobierno y oposición?
Nunca hubo otra cosa. La política del gobierno llevó a eso. El quiebre es un efecto buscado, porque el estilo de construcción de poder de Kirchner, y después de Cristina, es éste: parto todo en dos, genero un abismo, todos los demás son enemigos. Me va a funcionar mientras mis enemigos sean la mitad menos uno. El problema es si eso se desequilibra.
¿Qué peligros conlleva?
Aquí hay una división muy profunda en la sociedad, un país partido en dos. Es una época que los que tenemos menos de 60 no habíamos conocido. Esto era lo que nuestros padres nos contaban del primer peronismo (1945-1955). A los argentinos la reconciliación nos costó mucha violencia y muchos años.
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