La amenaza de la rosa mosqueta

<P><span style="text-transform:uppercase">[plaga] </span>El descontrolado crecimiento de la especie en la Región de Aysén ha generado problemas al sector ganadero. </P>




La rosa mosqueta, cuya explotación ha posicionado a Chile como uno de sus principales productores mundiales, se ha convertido en una presencia indeseable para cientos de campesinos en Aysén, quienes han visto cómo su rápida propagación devora terrenos destinados al pastoreo del ganado. Además de la amenaza creciente a la vegetación nativa, este arbusto se convierte en ocasiones en una verdadera trampa mortal para el ganado más pequeño, que termina enredado en su follaje.

Sectores aledaños a las cuencas del lago General Carrera y Cochrane figuran como los terrenos más afectados por esta especie introducida desde Europa, cuya expansión amenaza a otros sectores de la Patagonia en Aysén, que cuenta con unos 1.500 pequeños agricultores asociados al Indap.

"No todo Aysén está afectado, pero se puede considerar una plaga que no ha sido controlada. Está en las manos de los productores poder hacerlo, aunque debe cumplirse un manejo sustentable durante un ciclo que abarca, al menos, unos tres años de rotación de cultivos y de pastoreo, lo que en ocasiones desmotiva a los agricultores", explicó el seremi de Agricultura, Horacio Velásquez.

"Es una planta que impide a los animales entrar a un terreno a comer, porque tiene espinas y tampoco es muy efectiva para el forraje. En el caso de la ovejería, una vez que el borrego queda atrapado en estas matas es muy difícil que escape, porque queda enredado con sus lanas y al final muere", afirmó Luis Parada, concejal y presidente de la Cooperativa Campesina de Cochrane. Se considera que este arbusto silvestre ha llegado a disminuir hasta en 10% la capacidad talajera o de alimento del rebaño en algunos sectores.

"En Chile Chico hay unos 200 pequeños campesinos que se dedican a la crianza de animales, leña y madera (…). Fácilmente un 60% de estos terrenos está afectado en diversos grados por esta maleza", agregó el alcalde de la comuna, Luperciano Muñoz. En esta localidad los campesinos pueden optar a un programa del Indap para la limpieza de áreas no productivas, según afirmaron en el municipio. La medida forma parte del Programa de Incentivos para la Recuperación de Suelos Degradados, reimpulsado por el Ministerio de Agricultura, y para lo cual la región dispone de unos $ 2 mil millones este año.

Las exportaciones de rosa mosqueta reportaron en 2013 ingresos por US$ 20.643.698, según un informe de ProChile. Sin embargo, pese a la demanda creciente de estos cultivos fuera del país, la explotación se realiza a pequeña escala en la región y restringida principalmente a la fabricación de mermeladas para consumo doméstico. "El proceso para hacer mermeladas lleva bastante trabajo, especialmente el colado. El frasco lo vendemos a unos $ 6 mil el kilo (…). Lo ideal sería hacer una fábrica o planta de proceso para trabajar a mayor escala", dice Patricia Mansilla, recolectora del fruto de un sector rural aún sin luz eléctrica, a unos 53 kilómetros de Coyhaique.

El Instituto Forestal (Infor) de Aysén estima en unos mil los recolectores de rosa mosqueta en la región. Pero su escasa organización, la carencia de un centro de acopio para deshidratar el producto y las dificultades de conectividad en la zona son los obstáculos para su explotación a mayor volumen.

Por eso el Fosis implementó un programa que entrega $ 15 millones para financiar el trabajo de 10 mujeres en el sector de Puerto Gadual, quienes, asesoradas por el Municipio de Chile Chico y la U. Austral, están en la etapa inicial de la elaboración de aceite de rosa mosqueta, cuyo valor es de unos $ 30.000.

"Este trabajo inicia la exploración de un mercado nuevo, con un producto abundante en la región y de fácil acceso", afirmó Claudia Poveda, directora regional de la entidad. Esta labor se agrega una mesa de trabajo encabezada por la seremi de Agricultura para capacitar a los recolectores en la extracción sustentable de esta flor silvestre, como también del calafate, maqui y morilla.

"La rosa mosqueta es el principal Producto Forestal no Maderero (PFnM) exportado a nivel nacional y constituye el 20% del ingreso total familiar del recolector. En ese contexto, agregarle valor a este fruto puede convertirse en una real alternativa de emprendimiento y desarrollo", agregó Jaime Salinas, investigador del Infor en Coyhaique.

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