La animación se une a la ciencia ficción en Marte Necesita Mamás

<P>La cinta, dirigida por Simon Wells, utiliza la técnica de captura de movimiento para mostrar la historia de un niño en ese planeta.</P>




En la última década se ha vuelto una costumbre que los estudios Disney entreguen a los seguidores de las películas animadas a lo menos dos estrenos cada año, como lo fue en 2010 con Toy story 3 y Enredados. Por eso no es de extrañar que a sólo tres meses de iniciado 2011, llegue a salas -a nuestro país el jueves 10- su última apuesta: Marte necesita mamás, filme que combina la ciencia ficción y la técnica de animación conocida como "captura de movimiento". Una receta a la que hay que agregar un ingrediente adicional: su director es Simon Wells, bisnieto de H.G. Wells, autor inglés considerado "el padre de la ciencia ficción" y cuya gran obra, La guerra de los mundos, habla precisamente de una invasión a la Tierra por parte de marcianos.

Con ese dato, queda claro por qué Wells -quien ya tenía experiencia en la dirección de películas animadas como Balto- fue el elegido por Disney e Image Movers Digital -la productora encabezada por Robert Zemeckis que patentó la captura de movimiento en cintas como El expreso polar- para llevar a la pantalla la historia de Milo, un niño de nueve años de edad que es testigo de la abducción de su madre por una nave marciana. Tras convertirse en polizón del ovni, Milo se vuelve el precoz salvador de su mamá en el Planeta Rojo. Aunque Wells aseguró hace unas semanas que el ser pariente de un escritor como su bisabuelo era un gran peso, también confesó que era una inspiración para su trabajo y que "su presencia siempre ha sido una constante en nuestra familia".

Pero estos no son los únicos nombres familiares involucrados en Marte necesita mamás. Parte de la gracia de la técnica utilizada en su animación es que no sólo lleva las voces de los actores a la pantalla, sino que también sus rasgos . Ese es el caso de Seth Rogen (Ligeramente embarazada) y Joan Cusack (Escuela de rock), a cargo de los roles de Milo y su madre, quienes estuvieron meses filmando la acción de la cinta con trajes y cascos especiales, que enviaban sus movimientos corporales a computadoras, mientras 120 cámaras filmaban su actuación. El resultado: figuras que, aunque están animadas, conservan las expresiones faciales y físicas de los artistas.

"Estás filmando y te das cuenta que estás descubriendo cosas nuevas", aseguró Wells, agregando que, además, por su trama espacial, la película ofrece la posibilidad de "obtener una experiencia ambiental que uno nunca podría ver en la vida normal".

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