La concentración de los restaurantes de lujo en Nueva Costanera

<P>El primero llegó hace 10 años. Hoy existen 13 y se espera el arribo de más locales. Algunos operadores advierten que el número de restaurantes está llegando a su límite.</P>




Los restaurantes que apuntan al lujo crecen en la capital, y tienen en la avenida Nueva Costanera, en Vitacura, su lugar predilecto. El primer local gastronómico llegó hace 10 años, pero hoy la avenida concentra más de una docena de restaurantes y espera unos cinco más, según los empresarios que ya han invertido en la exclusiva zona.

Sólo en Nueva Costanera están Puerto Fuy, Zinnia, Da Carla, Sukalde, Boragó, Ox, Tierra Noble, La Mar -perteneciente al empresario peruano Gastón Acurio-, Piegari, Basílico, Mezzanotte, Toromiro y Osadía. En los alrededores aparece también el Europeo y el Mestizo (ver infografia). "Debemos ser la zona más exclusiva para restaurantes en Santiago y todos quieren estar ahí", afirma Daniel Avayú, socio del Ox, quien añade que "es el sector más concentrado y de lujo en Santiago".

La zona tardó algunos años en poblarse. El primero en llegar fue Agua, hace una década. Luego arribaron Da Carla, Icono -que ya no está-, Puerto Fuy, Ox, Tierra Noble y La Mar, entre otros. "Hace dos años se posicionó como zona de lujo. Cuando llegamos, era nada más que una calle bonita (...) Esto generó una ruta gastronómica que como destino es interesante", cuenta Bogdan Piotraszewski, gerente general de La Mar, que arribó a la zona en 2008.

Esta tendencia ha crecido rápidamente, explica Giancarlo Mazzarelli, propietario de los restaurantes Puerto Fuy y Zinnia. "Nos hemos reunido muchos chef que apostamos por especialidades y formatos diferentes, pero apuntando a la alta calidad", señala. Añade que la zona se ha perfilado como un sector atractivo para altos ejecutivos y turistas que quieren conocer gastronomía de lujo en Santiago, en un solo lugar.

Además, este mercado ha atraído a nuevos actores, como el grupo de cinco socios ligados a la familia Cisternas, algunos de ellos vinculados a la tienda Varsovienne, que compraron el Europeo. "Hace rato estábamos con ganas de entrar en el negocio de los restaurantes de lujo. Es dinámico, rentable y se pueden hacer varias cosas", cuenta José Tomás Cisternas, uno de los socios.

Se trata de una oferta dirigida a un segmento de alto poder adquisitivo, ya que el consumo en estos restaurantes fluctúa entre los $ 20 mil y $ 25 mil por persona. "El público es ABC1. El rango de edad es variado, entre 24 y 65 años, y cada restaurante va segmentándose", señala Piotraszewski.

Las ventas, en tanto, van entre $ 60 millones y $ 180 millones mensuales, estima Daniel Avayú, socio del Ox. "Nosotros estamos entre los más altos en ventas", añade.

Si de visitas se trata, este año se ha producido un crecimiento de extranjeros en la zona, luego de la baja que se generó parte del 2009 y 2010 por el virus AH1 N1 y la crisis financiera de EEUU, dice Mazzarelli.

Coincide el socio del Ox: "De todas maneras han crecido y en especial al almuerzo, si se compara con dos años atrás", dice Avayú. El Ox recibe cerca de cinco mil visitas mensuales y vienen creciendo.

Puerto Fuy, por ejemplo, tiene ocho años de vida y un público cautivo de extranjeros y chilenos. Este año "las visitas han aumentado en un 20% respecto del año pasado", detalla Mazzarelli.

"El flujo es mayor, porque la propuesta es mayor, pero se reparte el público", advierte el gerente de La Mar. Para el restaurante de Acurio, el mejor año en ventas fue 2010 y este se perfila similar. Reciben seis mil visitas al mes en un "mal mes", dice el ejecutivo, y ocho mil en uno bueno, como noviembre o diciembre. En 2009, las visitas llegaron a 70 mil; en 2010 subieron a 75 mil; y este año esperan finalizar con 78 mil.

Piotraszewski agrega que los grandes atractivos del lugar apuntan a que es un sector "tranquilo" y tiene acceso a diferentes zonas de alto nivel de Santiago rápidamente. "La ubicación es crucial para el segmento al que se dirigen", afirma. De hecho, para 2012, el grupo ligado a Gastón Acurio traerá a Santiago la marca Panchita -de parrillada peruana- y están mirando varios locales. "Una opción es que pueda instalarse en el sector", adelanta el gerente de La Mar.

Todo esto ha hecho crecer la competencia. "Hay gente a la que le va bien y a otros que no", indica Avayú. El socio del Ox explica que la zona vive su período de más alto auge y que aún se puede crecer más. Sin embargo, advierte que se "está llegando a un límite en el número de restaurantes (...) El mercado de lujo es limitante. Quedarán los que mejor lo hagan". Piotraszewski coincide. "Siempre hay espacio para crecer, pero se está llegando a un límite (...) No es llegar e instalarse, vas a perder plata", afirma.

Juan Pablo Valdivia, socio y gerente general de Tierra Noble, matiza. "Hay más competencia y eso es positivo (...) La concentración de restaurantes buenos hace conocido el lugar", sostiene.

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