La historia del imperio de Gisele Bündchen, la modelo mejor pagada del mundo

<P>Con US$ 45 millones facturados el año pasado, la brasileña lidera el ranking que Forbes publicó esta semana.</P>




"Este cuerpo es sólo una cáscara, irá cambiando. Ya tengo 30 años, después voy a tener 50... Por eso hay que concentrarse en las cosas que verdaderamente importan. Todos tenemos talentos, todos somos especiales, y lo único que necesitas es un sueño y luego convertirlo en realidad", opina en la revista Vanity Fair Gisele Bündchen, la modelo mejor pagada del mundo, con 45 millones de dólares de ganancias anuales, según el último ranking de la revista Forbes.

La brasileña lidera la lista desde 2004, pero esta vez ganó US$ 20 millones más. La maniquí supera por el doble a su competidora más cercana, la alemana Heidi Klum, conductora y productora del reality Project runway, con US$ 20 millones. Y cuando dice que la receta de su éxito va más allá de ese cuerpo con el que lideró "el regreso de la modelo sexy", en 1999; por el que fue llamada "la mujer más linda del mundo" por la revista Rolling Stone y ha sido descrito como "irreal" por Vogue, tiene razón.

"Gisele ha sido durante años una categoría en sí misma, un ícono internacional que puede vender productos desde champús hasta vestidos de alta costura", opina una experta en marketing contactada por la ABC, apuntando a que las ventas del champú Pantene aumentaron un 40% en Latinoamérica con la publicidad de la modelo que, además, es el rostro de una colección de Balenciaga que vende chaquetas de cuero andrógenas y estilo punk, que cuestan de un par de millones hacia arriba. Entre otra docena de marcas. Puede ser el "ángel" en bikini y alas de plumas blancas en los desfiles de ropa interior Victoria's Secret, que por siete años la tuvo como su musa, o Wendy, del cuento Peter Pan, en un comercial para Disney.

Y este "poder para vender cosas" -como señala el sitio My Fashion Life- Bündchen lo ha forjado en 16 años de carrera, donde ha trabajado de sol a sombra, 300 días al año, bajo el lema de que "el cliente siempre se merece respeto y profesionalismo", como ha declarado.

Curvas y medioambiente

Bündchen tiene una imagen impecable, alejada de escándalos, drogas y polémicas. Comenzó a trabajar a los 14 años, cuando fue descubierta comiendo una hamburguesa en un McDonald's de Sao Paulo. Se fue sola a las grandes capitales del estilo y los vicios del modelaje y se mantuvo intachable.

Sobrevivió a los paparazzi que esperaban alguna salida de madre durante sus cinco años de relación con Leonardo DiCaprio -con quien vino a pasar unos días de vacaciones en el sur, durante 2003- y hoy está casada con la estrella del fútbol americano Tom Brady. Tienen un hijo de un año y medio y viven como una familia modelo en Boston.

Gisele vende un estilo de vida de mujer espiritual, que lee libros del chamán mexicano Miguel Ruiz y que se crió en una familia católica de seis hermanas -todas ellas trabajan para la maniquí- en Horizontina, un pequeño pueblo al sur de Brasil, donde compartían una casa con dos dormitorios y dos baños. Vogue publicó que desde el nacimiento de su hijo, "la última y más adinerada de las súper modelos le da prioridad a su vida interior".

Vida sana

También es símbolo de la vida sana. Se levanta a las 06.30 y a las 10.30 ya está acostada. Cuida cada cosa que come e incluso bendice sus alimentos, practica yoga, hace deportes desde niña -ahora su favorito es el kung fu- y prefiere una noche familiar a las fiestas. Desde 2003 que trabaja por el medioambiente, como en una campaña que busca preservar las fuentes del río Xingu, al noroeste del Amazonas, en Brasil. Tiene su propia fundación, donde aboga por temas que van desde que el yoga llegue a las escuelas hasta la deforestación, y fue nombrada embajadora de buena voluntad de la Unicef en causas ambientales.

Pero, sobre todo, Bündchen es buena con los números. "Es una feroz mujer de negocios, ultracompetitiva y que siempre intenta ser la mejor en lo que hace", confirmó su marido, Tom Brady, en Vanity Fair. Junto a sus contratos publicitarios, entre sus últimas empresas está su línea cosmética Seeja, que vende cremas basadas en los preceptos saludables y ecológicos que promociona.

Y una línea de ropa interior que lanzó esta semana, desfilando en Sao Paulo y mostrando esa figura que lanzó a la fama en 1999, cuando la maniquí sólo simbolizaba el regreso de las curvas al modelaje. Entonces, pocos sospechaban que la niña del bikini pasaría de ser moda de un día y lograr un honor que pocas consiguen: ser identificada por su sólo nombre. Gisele.

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