La juerga del rugby que afecta a la realeza
<P>Mike Tindall, el capitán inglés, casado con una nieta de la Reina fue visto con una mujer en un bar, en el que dicen había competencia de lanzamiento de enanos.</P>
El tercer tiempo es un término acuñado por el rugby. Se refiere a la confraternidad que surge después del partido, en que los jugadores dejan atrás la rivalidad en la cancha y comparten copas en un bar como buenos amigos. Esa es la esencia del concepto, aunque a veces no es necesario involucrar al contrincante. Basta con los propios compañeros.
El fin de semana, y aprovechando que su próximo encuentro será recién el domingo, frente a Georgia, un grupo de seleccionados ingleses salió a hacer justicia de la tradición y celebrar el estrecho triunfo sabatino sobre Argentina, por 13-9, en su estreno en el Mundial de Nueva Zelandia.
Fueron al Altitude Bar, en Queenstown, y pasó lo que suele pasar en este tipo de situaciones. Se emborracharon, hicieron las típicas tonterías de gente a la que el alcohol se le sube la cabeza, como montoncitos y fotografías que llaman a la interpretación, y también coquetearon con algunas chicas, mientras en el lugar, según apunta el diario The Sun, se realizaba concursos del lanzamiento del enano.
Miembro de la familia real
La salida se transformó en un escándalo, porque entre los 12 rugbistas que fueron se encontraba Mike Tindall, de 33 años, el capitán del "Quince de la Rosa", quien el 30 de julio contrajo matrimonio con Zara Phillips, equitadora, hija de la princesa Ana, 13ª en la línea de sucesión al trono y nieta mayor de la Reina Isabel, quien estuvo en la ceremonia privada en que se casaron. Un miembro de la familia real, con todas las de la ley, en definitiva.
El periódico sensacionalista asegura haberlo visto en escenas románticas, besos y un poco más, con una "magnífica rubia", aunque reconocen no tener pruebas de que abandonaran juntos el local.
El hecho gatilló la polémica en buena parte de los medios británicos, pero la Rugby Football Union desmintió de inmediato el controvertido episodio y le restó importancia, asegurando, además, que contaban con autorización.
En un escueto informe, el vocero de la federación comentó que "Mike y otros jugadores estaban disfrutando de una noche libre, después de llevar al equipo a una difícil victoria sobre Argentina. Tal como sucede siempre que los muchachos defienden a Inglaterra con tanta pasión, se estaba relajando tras un partido difícil".
Sobre la mujer en específico, nada.
El administrador del lugar, Rich Deane, también salió en defensa de su pub y los rugbiers. "Primero: quiero decir que no hubo lanzamiento de enanos. Eso no es cool. Segundo: no nos enteramos de ningún escándalo por parte de ningún jugador inglés. Son buenos tipos, que no lanzaron a los enanos. Todo fue con buen ánimo y humor. Esto se trata de los tabloides, sacando las fotos de su contexto y contando historias tontas", escribió en el Facebook del bar, donde no se aprecian imágenes de personas siendo lanzadas.
Para el próximo mes estaba programado un viaje de Zara Phillips a Nueva Zelandia para pasar un tiempo con su marido, ya que no han podido iniciar la luna de miel debido al Mundial. Ahora, a causa del Mundial podrían perder algo más que eso.
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